24 de enero de 2014

Una oportunidad para industrializar los pueblos de Castilla: de la fragua al FabLab


La fragua representaba el principal factor industrial de los pueblos 

La Edad de los Metales es una de las dos grandes etapas tecnológicas en las que tradicionalmente se ha subdividido la Prehistoria. Es el período que siguió a la Edad de Piedra y durante el cual el hombre empezó a fabricar objetos de metal fundido, que comenzaría con las primeras evidencias de fundición del cobre (VI milenio a. C. en Anatolia y los montes Zagros). 

Antes de la Revolución industrial, el "herrero del pueblo" era un vecino básico de cualquier comunidad rural y casi el único representante de lo que en economía se denomina el sector secundario, la industria. 


La palabra fragua viene del latín, que signigica fabricación. La fragua era el lugar de trabajo del herrero, un espacio indispensable para la vida de los pueblos. Era el lugar donde se fabricaban de forma artesanal una gran variedad de objetos que cubrían casi todas las necesidades de producción industrial para los vecinos: herramientas y su afinamiento, repuestos para los aperos de labranza, aros para las ruedas de los carros, muebles, rejas, escaleras, ventanas, utensilios de uso diario dentro de la cocina como: cazuelas, sartenes, ollas y cucharones, y materiales de uso en las construcciones como clavos, varillas, vigas, tuercas y laminas, así como ataudes y cruces para los cementerios  A veces, también se utilizaban para poner herraduras en las pezuñas de los caballos y animales de trabajo.



En Castilla nunca falto un herrero que con su fuelle aplanara metal para luego modelar la herramienta o el artículo exigido por el cliente, de tal manera que fueron factores primordiales en la economía local. Con la llegada de la mecanización del campo en los años 60, las fraguas dejaron de utilizarse y el oficio de herrero artesanal practicamente desapareció.



La fragua solía ser una estancia de tierra batida y ennegrecida en la que destacaban el fogón con su fuelle, el yunque, el tablero de herramientas, una media cuba para el agua del temple y los montones de piezas de chatarra en los que el herrero encontraba siempre el elemento que le hacía falta. Las herramientas imprescindibles eran el enorme fuelle que impulsaba el aire para avivar el fuego, la bigornia, la pila de templar el hierro, la rueda de afilar, las herramientas que se utilizaban en la fragua, tenazas, soldadores, martillos, útiles para dar formas a los clavos, etc.



La fragua de Vellosillo funcionó hasta los años 60. Se trataba de un edificio comunal que se arrendaba al herrero. Estaba situado entre la escuela vieja (el actual teleclub) y la vacada, el corral donde se guardaban los animales de trabajo del pueblo. La chimenea de la fragua utilizaba la torre del antiguo Castillo de Vellosillo. El edificio de la fragua se desmoronó en los añós 80, siendo finalmente demolido ante su ruina inminente.

Fragua de Vellosillo (1974)

Fablabs: el resurgir de la fabricación local y artesanal basada en la economía en red

En los últimos años del siglo XX, con la expansión de internet, surgen de forma expontánea en numerosas ciudades del mundo una serie de locales gestionados comunitariamente que se comienzan a denominar hackerspaces, hacklab (laboratorio hacker) o hackspace (inglés: espacio de/para hackers). Surgen como lugares físicos en los que se reúne gente con intereses comunes, casi siempre afines a la tecnología, la ciencia, la informática y el arte digital, aunque tampoco están cerrados a otros tipos de expresiones. Se trata de comunidades abiertas en las que se comparten recursos y conocimiento para emprender proyectos colaborativos, muchas veces destinados a la fabricación de todo tipo de objetos (FabLab). 

Los hackerspaces dan nacimiento a muchas ideas y son semilleros de cientos de invenciones sólo por el gusto de hacerlas. Se organizan talleres, charlas y mesas de trabajo, así como todo tipo de actos sociales dentro de la comunidad que lo forma. Además, se dispone de muchísimo material para trabajar. Siempre encontrarás cosas para modificar o construir. Las herramientas --desde libros y manuales hasta herramientas, artefactos y cables-- son parte central del concepto.



Debido al desarrollo de internet hoy en día es posible el acceso, copia, intercambio y redistribución (de manera rápida y sencilla) de infinidad de contenidos como obras literarias, científicas, musicales, multimedia con un coste casi nulo, lo que permite el acceso inmediato a todo tipo de conocimiento disponible en la red, desde un manual de autofabricación de miles de objetos hasta un diseño compilado en un programa para utilizarlo en una impresora 3D. El código abierto y el movimiento makers han influido significativamente en la emergencia de este tipo de espacios creativos formados por comunidades que trabajan en red.

El modelo económico más común para crear un hackerspace suele ser que una comunidad formada por un grupo de personas alquila un lugar (una casa, un edificio viejo), se acondiciona y se le dota de unas instalaciones (herramientas, etc...). Entre todos se financia repartiendo los costes. Se considera una instalación básica, cuando el local cuenta con energía eléctrica y acceso a internet. El modelo organizativo suele ser que un pequeño grupo, elegido en asamblea, se convierte en el consejo rector, ya que algunos hacklabs son especialmente grandes, como el emblemático c-base, en Berlín, con más de 500 miembros. En los últimos años han aparecido cadenas de hackerspaces, como Techshop, donde una empresa se encarga de montar y mantener la infraestructura del hackerspace.



Existe un importante componente ideológico en la organización de hacklabs, sin embargo quienes organizan y quienes participan en un hackerspace más que verlo como una militancia lo ven como un lugar para aprender y experimentar.

Los primeros hacklabs surgieron en Italia a partir del primer hackit hackmeeting italiano en 1998, pero fue en Barcelona donde se creó el primer hacklab de España: Kernel Panic, a partir del primer hackmeeting español en el 2000. Actualmente existen unos veintidos hacklabs en España y continúan creciendo en número. Se calcula que puede haber más de 700 hacklabs en el mundo en estos momentos.


El concepto del hackerspace se mezcla con el de FabLab (acrónimo del inglés Fabrication Laboratory), un espacio de producción de objetos físicos a escala personal o local que agrupa máquinas controladas por ordenadores. El concepto de FabLab aparece al principio de los años 2000 en el Center for Bits and Atoms (CBA) del Massachussets Institute of Technology (MIT). Nace de un proyecto colaborativo que gira en torno a la relación entre el contenido de la información y su representación física y al empoderamiento de las comunidades gracias a una tecnología de base, con el objetivo de crear el conocimiento y la infraestructura de máquinas que permita fabricar "casi de todo".


Las máquinas que suele reunir un FabLab son :
  • Una cortadora láser controlada por ordenador para ensamblar estructuras 3D a partir de partes 2D
  • Una fresadora para hacer piezas medianas de muebles y de casas
  • Una cortadora de vinilo para fabricar circuitos flexibles y antenas
  • Una fresadora de precisión para hacer moldes tri-dimensionales
  • Herramientas de programación para procesadores de bajo coste
  • Una máquina de prototipado rápido de tipo RepRap



Los FabLabs son espacios de experimentación en el campo de la producción que se integran dentro de los contextos locales donde se sitúan. Existe una gran diversidad entre los objetivos, proyectos y realizaciones, modelos de negocio y articulaciones locales según cada FabLab. Algunos se dirigen explícitamente a artistas y cruzan la fabricación digital a las experiencias y ambientes de los hackerspaces, cuando otros se orientan a la solución de problemas sociales y de salud; algunos se financian de forma pública, otros buscan los modelos de negocios que les sostendrán. Los proyectos que han sido desarrollados en los FabLabs incluyen turbinas solares e hidráulicas, ordenadores y redes de datos wireless (cliente ligero), instrumentos de análisis para la agricultura y la salud, casas personalizadas, máquinas de prototipado rápido y muchos otros.


Los laboratorios de fabricación digital abren el camino a la fabricación personal y a la individualización de la producción. Por lo tanto provocan una relocalización de la producción a escala media o individual. Desplazan asimismo el objeto de la transacción, ya que la escasez de capacidad a construir el objeto físico desaparece, hacia el diseño y/o los servicios añadidos. Socialmente permite empoderar muy fácilmente a las personas de manera que se apropien técnicas de producción y puedan solucionar problemas reales de su vida cotidiana o sencillamente producir algo que no existe o que desean producir, abriendo enormes posibilidades de emprendimiento dentro de la emergente sociedad del conocimiento.

¿Puede ser una oportunidad para industrializar los pueblos de Castilla?

El sentido que tenía la fragua en las comunidades antiguas de los pueblos castellanos, un lugar para fabricar los objetos que necesita una comunidad local, puede ser interpretado como similar la idea del Hackerspace y FabLab, que representan una especie de fusión del concepto de la fragua de los pueblos y la sociedad de la información global. 

En lugar de fuelle y yunques, cuentan con impresoras 3D y todo tipo de herramientas modernas. En lugar de trabajar un solo artesano, se crea una comunidad multidisciplinar que colabora aprovechando la innovación del conocimiento en fuente libre accesible en internet. La creatividad y los proyectos colaborativos surgen de los grupos de hackers, inventores y gente con ganas de aprender que se agrupan bajo un mismo techo. El propósito de un hackerspace es concentrar recursos y conocimiento para fomentar la investigación y el desarrollo. Algunas de las más importantes innovaciones hoy en día nacen en este tipo de entornos de creatividad compartida, gracias al trabajo en red y la potencia de innovar gracias a las modificaciones que se van efectuando sobre el diseño original gracias al código libre.


La reciente era de la información ha sentado las bases de la economía del conocimiento, y hoy más que nunca hay mayor acceso al aprendizaje, nuevas herramientas digitales y no digitales a través de Internet y las comunidades no jerárquizadas. Los movimientos Do It Yourself, Makers, Fabbers, Do-ers, entre otros, están revolucionando la manera en que producimos tecnología, innovamos y compartimos nuevos inventos; aparatos, objetos y dispositivos insólitos aparecen cada día permitiendo a cualquier persona en cualquier lugar del mundo descargar instrucciones, modificar y adaptarlos, y producirlos de manera local en FabLabs, HackerSpaces o MakerSpaces. No solo puede convertirse en una forma de vida, si no que puede permitir a cualquier persona el  poder tenerlo como actividad primaria de subsistencia, ya no solo por su explotación económica, sino como manera de solucionar sus necesidades básicas, y como ser parte de una comunidad local, con influencia global.


Estamos teniendo acceso como nunca a herramientas que pueden convertirnos nuevamente en productores, aunque sobre todo el mundo digital: subimos imágenes, escribimos artículos en blogs personales, denunciamos injusticias en Twitter, editamos vídeos y los colgamos en YouTube; hoy en día estamos llevando ese mismo proceso de convertirnos en productores al mundo físico, con la irrupción de nuevas herramientas de fabricación distribuida, vinculadas a esos mismos ordenadores que nos «desconectan» del mundo «real» para introducirnos en el mundo «virtual». Estos ordenadores se conectan a máquinas de fabricación «digital», las cuales pueden transformar modelos digitales en físicos en cuestión de minutos u horas, y por lo tanto se convierten en la herramienta más poderosa para cambiar nuestra realidad inmediata. Bienvenidos al mundo de los nuevos artesanos digitales de nuestra era.

El principal reto será cambiar nuestro rol de consumidores en un mundo que ha sido creado para ello durante más de cien años; al mismo tiempo necesitaremos una nueva alfabetización y un gran cambio de modelo educativo masivo, para poder aprender a aprender y para incluir nuevas herramientas como el modelado 3D o la programación en diferentes lenguajes y códigos de ordenador para desarrollar nuestras propias aplicaciones, programar nuestros propios microcontroladores en circuitos previamente diseñados igualmente por nosotros mismos. 

Hoy ya existen los recursos de aprendizaje en línea en los que no se necesita a un profesor o un aula con unas horas obligatorias. Plataformas como Khan Academy, EdX, Fab Academy o Code Academy permiten que cualquier persona con acceso a Internet y a un cierto número de herramientas de prototipado y experimentación puedan cursar seminarios de neurociencia, programación, diseño de circuitos, lucha contra la pobreza, entre otros cursos con materiales pedagógicos de universidades como Harvard, MIT o Stanford, parte de una lista que crece cada día. El aprendizaje individual tiene un gran potencial en el desarrollo de nuevas habilidades, las cuales no se encuentran en el sistema educativo tradicional, que tiene una importante actualización pendiente. Sin embargo, aprender en comunidad y de otros que no son necesariamente profesores potencia la capacidad de trabajar en equipo y desarrolla la empatía de los individuos por su comunidad y por otros. 

Necesitamos espacios colaborativos, lugares para gente con ideas, que permitan el acceso a herramientas de producción y que estimulen el trabajo en colaboración y abierto. El fenómeno DIY adquiere otras dimensiones si en lugar de hacerlo tú mismo, lo haces con otros, Do It With Others (DIWO).

Creemos, por tanto, que esta nueva tendencia significa una oportunidad única para industrializar los pueblos de Castilla, creando empleo y sentando las bases de una sociedad más sostenible. La clave es desarrollar la sociedad del conocimiento y atraer talento a nuestros pueblos, algo que cada día está más al alcance de la mano. Destacamos las siguientes razones:
  • Por tratarse de sociedades que siempre han trabajado en un entorno comunitario
  • Por la necesidad de localizar la economía física y crear mercados locales
  • Como motor adsequible para generar innovación 
  • Por el bajo coste de alquiler del espacio y la buena situación geográfica entre grandes núcleos urbanos
  • Por lo atractivo de poder vivir más tranquilo, sin perder las ventajas de la sociedad red
Si te interesa el tema, os recomendamos ver el documental: Making Living Sharing - a FabLab world tour documentary







7 comentarios:

  1. Fabuloso post JJ, poniendo en papel las nuevas tendencias y aclarándonos las ideas, que falta nos hace, por lo menos a mi. Y es que también le has dado de pleno en el tema de la educación; el sistema ha quedado obsoleto... pero, ¿cuánto de obsoleto?,.... el problema es que el viejo sistema se está alejando de las nuevas tendencias de forma geométrica ¿en qué estamos preparando a nuestros hijos?...¿al mio?.... no paro de buscar respuestas, ....pero este vídeo me inspira http://goo.gl/SBrxJE
    Creo que sólo parece que se pueden reciclar una generación muy concreta, los hijos de lo digital, los Millennials y siempre y cuando sepan subirse a ese carro y no caigan en la "niniedad", debemos animarles, y mucho; mientras, nosotros, (los fourtys para arriba), lo tenemos chungo... y tu, ¿de que generación quieres ser?
    https://www.facebook.com/photo.php?v=10151604256738203

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    1. Gracias JAZ por tu amable comentario.

      Creo que nunca es tarde para nadie. No solo hay una oportunidad para los Millennians, creo que todo el mundo se puede subir al carro de la sociedad del conocimiento. De hecho, tenemos experiencia y ganas de trabajar.

      Creo que subirse al carro de los cambios que vienen es algo obligatorio, ya que lo que hay ahora, no funciona, y probablemente, nunca volverá a funcionar.

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  2. La cantidad de oportunidades para los makers es tan grande que encuentro clave la capacidad de elección y concentración en una actividad, para empezar por algún lado. O los cursillos clasicos de distribución del tiempo. Hay tanto que hacer que especialmentw hoy donde surgen tantas oportunidades de nuevos proyectos colaborativos en red, lo importante sigue siendo priorizar, concentrarse en un objetivo (aunque sea pequeño como aprender un código concreto), y una vez que consigues ese ir a por el siguiente. La edad del conocimiento ha traído consigo la edad de la dispersión. Es la unoca amenaza que le encuentro. Por lo demás, mola mucho el artículo.

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    1. Gracias Amaya. Tienes razón que es absolutamente necesarios enfocar la actividad. Creo que como en cualquier proyecto basado en innovación, la clave está en formar un equipo pluridisciplinar, donde no puede faltar la vertiente de negocio (ventas, financiación, marketing, identificar oportunidades, crear marca), como la parte tecnológica, incluyento en esta, la capacidad de semi-industrializar los productos que salgan del FabLab.

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  3. Fab labs provide widespread access to modern means for invention. They began as an outreach project from MIT's Center for Bits and Atoms (CBA). CBA assembled millions of dollars in machines for research in digital fabrication, ultimately aiming at developing programmable molecular assemblers that will be able to make almost anything. Fab labs fall between these extremes, comprising roughly fifty thousand dollars in equipment and materials that can be used today to do what will be possible with tomorrow's personal fabricators.
    Fab labs have spread from inner-city Boston to rural India, from South Africa to the North of Norway. Activities in fab labs range from technological empowerment to peer-to-peer project-based technical training to local problem-solving to small-scale high-tech business incubation to grass-roots research. Projects being developed and produced in fab labs include solar and wind-powered turbines, thin-client computers and wireless data networks, analytical instrumentation for agriculture and healthcare, custom housing, and rapid-prototyping of rapid-prototyping machines.

    Fab labs share core capabilities, so that people and projects can be shared across them. This currently includes:

    A computer-controlled lasercutter, for press-fit assembly of 3D structures from 2D parts
    A larger (4'x8') numerically-controlled milling machine, for making furniture- (and house-) sized parts
    A signcutter, to produce printing masks, flexible circuits, and antennas
    A precision (micron resolution) milling machine to make three-dimensional molds and surface-mount circuit boards
    Programming tools for low-cost high-speed embedded processors

    These work with components and materials optimized for use in the field, and are controlled with custom software for integrated design, manufacturing, and project management. This inventory is continuously evolving, towards the goal of a fab lab being able to make a fab lab.

    MIT FabLab FAQ

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  4. ¿Que es el FubHub?

    El ‪#‎FubHub‬ es un directorio mundial de empresas de fabricantes digitales que ofrecen un servicio de fabricación utilizando tecnología digital como impresión 3D, maquinas CNC, maquinas laser etc etc..

    El objetivo es poner en contacto los fabricantes digitales de todo el mundo con todas aquellas personas que necesiten fabricar usando tecnología digital en un entorno local.
    Siempre más diseñadores hoy en día recurren a estos tipos de tecnología sea para prototipar de forma rápida sus productos sea para fabricar objetos personalizados, especializados y a medida.

    En muchos casos, los fabricantes también ayudan a perfeccionar los diseño asegurandose de las buenas condiciones estructurales y de los acabados.

    FabHub es un directorio compatibilizado con ‪#‎OpenDesk‬ otra interesante empresa online que ofrece todos tipos de diseños de mobiliario Open Source, gratis y modificables libremente por el usuario.

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  5. As artists, engineers, researchers, hackers and farmers we all asked ourselves how digital technologies could be merged with nature, heritage and agriculture. Our urban hackerspaces, including their philosophy and practices, can be seamlessly transposed onto rural areas. We realized that many people living in the countryside either already fiddle with digital technology, or came from that culture in the first place. “Being self-sufficient means looking for practical solutions that meet our needs in a specific context”

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