Esta entrada del blog es un relato de ciencia ficción. Es un ejercicio creativo dejando fluir la imaginación, revindicando el derecho a crear un futuro mejor.
En el 2.100 casi se había olvidado la antigua organización de estados y naciones, tras las crisis de la globalización y las guerras monetarias. Las corporaciones se convirtieron en estados, las naciones simplemente desaparecieron. El mundo había sufrido una severa transformación. Dos modelos de organización convivían respetándose, el de las corporaciones y el de las comunidades. Nuevos valores emergieron sobre el papel de la economía asignando recursos y el valor del pro-común, todo aquello que pertenecía a la comunidad, los bienes físicos (el aire que respiramos, los ríos, el agua de lluvia, los boques y prados, los recursos energéticos) y los bienes intangibles que formaban una parte inherente a la existencia (la cultura, internet, la propiedad intelectual).
Los antiguos ciudadanos de los estados-naciones que fueron quedando al margen de la organización de las corporaciones se agruparon a lo largo de décadas en miles, incluso millones, de comunidades, muchas de ellas virtuales surgidas en la red internet. Otras se crearon en las zonas rurales, en los pueblos que volvieron a ser habitados, tras su práctica extinción. Las ciudades que se convirtieron en espacios verdes, cuando los ciudadanos exigieron que los nuevos estados-corporaciones respetaran a la madre tierra.
Las comunidades crearon sus propias leyes, que volvieron a denominar Fueros. Estos regulaban sus relaciones y facilitaban el desarrollo del conocimiento. La diversidad inundó el mundo. La economía en red permitía el intercambio a nivel global de todo tipo de conocimiento, que era libre y compartido. El desarrollo tecnológico fue vertiginoso desde que cayeron las murallas de la propiedad intelectual, cuando el consenso consideró que era un bien común a toda la humanidad, como el aire que respiramos o el espacio que estamos descubriendo.
Activismo anti propiedad intelectual de finales del s. XX |
En 2.100, el pueblo de Vellosillo contaba con 200 habitantes permanentes, como en sus mejores épocas pasadas. Algunos eran descendientes de aquellos labradores que lo habitaron durante siglos, otros emigraron desde las ciudades en busca de una existencia más libre en contacto directo con la naturaleza. Vellosillo pertenecía a la Comunidad de Villa y Tierra de la vega del Caslilla, que a su vez formaba parte de una comunidad mayor que integraba a la Comunidad del Duratón y la Comunidad del Duero. Todos los servicios que en la época antigua prestaba el estado ahora eran cubiertos desde la organización comunal.
Las necesidades básicas de sus habitantes se producían con los recursos naturales existentes en el pueblo. Comida, energía y agua, al igual que la mayoría de los productos de uso común. El pueblo contaba con una gran vida social, tanto real como virtual, y disfrutaba de una gran calidad de vida.
Las necesidades básicas de sus habitantes se producían con los recursos naturales existentes en el pueblo. Comida, energía y agua, al igual que la mayoría de los productos de uso común. El pueblo contaba con una gran vida social, tanto real como virtual, y disfrutaba de una gran calidad de vida.
Desaparecieron los motores de combustión cuando el incremento en el coste de los recursos fósiles hizo que ya solo se utilizan para fabricar determinados tipos de plásticos. La transición hacia el mundo sin combustibles fósiles fue larga y penosa. La cultura del automóvil y el "low cost" pereció ante el asombro de la población. Nadie la echaba ya de menos. Las ciudades se comunicaron con transportes públicos eficientes, basados en energías renovables y no contaminantes. Silenciosos aviones-veleros surcaban los cielos impulsados por la energía obtenida por el sol y el viento. Las bicicletas eléctricas se convirtieron en el principal medio de transporte para distancias cortas. Los viajes ya no duraban un par de semanas como aquello que se llamaban "vacaciones" en la era del consumo de masas, ahora consistían en meses. La velocidad de la vida había cambiado, ahora todo se hizo más lento.
Vuelo del primer avión solar tripulado. Principios del s. XXI |
Realidad aumentada según los parámetros de principios de siglo XXI |
Los cultivos hidropónicos en los invernaderos de cada casa producían varias cosechas al año con una asombrosa eficacia. Los ordenadores de la red de información de cada comunidad controlaban la asignación de agua en función de la climatología y las necesidades vitales de las plantas. Entre los bosques, que entonces volvían a cubrir todo el término de la comunidad, crecía un jardín natural y salvaje con todo tipo de especies. Los animales que servían como alimento a los hombres vivían en régimen de semi-libertad en el campo. La alimentación natural hizo que todo el mundo viviera de una forma más saludable. Muchas enfermedades se erradicaron. Casi toda la medicina se practicaba desde la red por teleasistencia y la mayoría de las exploraciones o intervenciones médicas se realizaban utilizando la nanotecnología. Un equipo de 3 médicos vivía en Vellosillo, formando un sistema de atención médica de primer nivel con la sofisticada prácticas de telemedicina.
Cultivos hidropónicos con materiales de reciclaje. S. XXI |
Invernadero de principio del siglo XXI |
Diagrama casa autosuficiente que cosecha sus necesidades |
La sociedad del despilfarro se convertió en una sociedad que autoproducía a nivel local casi todo lo que necesitaba para vivir y que practicaba el comercio colaborativo. Las monedas nacionales desaparecieron junto a los estados y cada comunidad diseñaba sus sistemas de intercambio y de convertibilidad con las otras comunidades con las que practicaba el comercio. La Comunidad del Caslilla utilizaba la "cantara" como moneda, donde el agua limpia y pura del río servía de respaldo a las unidades monetarias en circulación. La convertibilidad de la moneda se aseguraba por la existencia real de un patrón monetario. El río Caslilla, que había llegado casi a desaparecer, ahora volvía a fluir, y era el principal activo de la Comunidad del Caslilla. Una piscifactoría proveía de pescado fresco y cangrejos de río a la comunidad.
Numerosos productos se fabricaban en el pueblo para el auto abastecimiento de los vecinos, que además generaban un comercio rentable vendiendo sus prototipos a las comunidades vecinas. En la nueva "Fragua", se creó un espacio para hackers, un espacio comunal donde cada vecino podía autoproducir los bienes que necesitaba, utilizando materiales de reciclaje que se fundían en la propia fragua. Los moldes para la fabricación se bajaban de internet y la impresora 3D comunal los construía. El pueblo construía sus propias placas solares, termodinámicas y aerogenadores.
Impresora 3D para diseño de moldes caseros. Principios s. XXI |
Otro sector económico relevante en el pueblo fue el nuevo turismo residencial, existiendo tres casas rurales en el pueblo, una dedicada a artistas, que pasan temporadas trabajando en este ambiente natural e inspirador, otra dirigida cientíticos espaciales y otra dirigido al público general que desea aprender sobre la forma de vivir de la comunidad de Vellosillo.
El pueblo de Vellosillo volvió a abrir una escuela donde se formaban los niños entre los 5 y los 15 años de edad. Cuatro maestros se encargan de la importe labor del despertar cultural de los niños. La jornada lectiva de 4 horas diarias se complementa con la educación a distancia donde cada familia podía elegir el tipo de formación transnacional para sus hijos. Cada niño iba eligiendo las materias en las que deseaba avanzar en su conocimiento. La época de los exámenes y la formación generalista terminó hace décadas. A los niños se les enseñaba a construir su propia espiritualidad, que se había fusionado con una vida saludable que requería la combinación de ejercicio físico, meditación, ausencia de contaminación y un gran incentivo por el trabajo creativo.
La red distribuida de la comunidad se construyó de forma abierta para gestionar eficientemente el conocimiento y todo el avanzado sotfware que la gestionaba estaba a disposición del dominio público. La red se constituyó como el núcleo central de inteligencia de la comunidad. El sotfware desarrollado para la gestión de las cosechas (agua, energía y alimentos) iba adaptando las necesidades de los habitantes a los ciclos de la madre tierra. El comercio de la comunidad, tanto interno como con otras comunidades de todo el mundo, se gestionaba casi íntegramente a través de la red, así como buena parte de la sanidad y la educación. La identidad en la red se había convertido en algo casi tan físico como la misma persona biológica. Se podría decir, que ahora todos somos cyborgs, desde que buena parte de nuestra relación con el mundo la mantenemos utilizando máquinas que son auténticas prolongaciones de nosotros mismos.
Muy bueno el artículo...economía sostenible o autosuficientes para todo?
ResponderEliminarMuy bueno tu relato Jorge,parece una utopía, pero esperemos que algo parecido ocurra y aunque nosotros no lo veamos,nuestro espíritu o alma ronde por allí
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarComo decía P. Drucker, la mejor forma de predecir el futuro es creándolo. Buenas ideas y buen enfoque ;)
ResponderEliminarQue razón... gracias por tu aportación Jose Miguel
ResponderEliminarUn ejercicio de lo más estimulante, Jorge, un relato jugoso y una fantástica invitación a imaginar un porvenir posible. Gracias!
ResponderEliminarGracias Jorge, me ha encantado; ojala, después de la involución, las cosas sean así, da cierta esperanza este relato; me devuelve un poco la fe en el ser humano.
ResponderEliminarBesos, amigo
Pensar en un futuro mejor, es la única forma de que el futuro sea mejor. Si renunciamos a soñar, nos impondrán los modelos que otros sueñen. En los tiempos en que vivimos, donde la encrucijada perfila las relaciones del mañana, la conciencia común de un mundo mejor, es la base para que ese otro mundo suceda. Un mundo en el que el ser humano deje de pensar que es el dueño de la Tierra, y se vea como lo que es, una parte más de la madre Tierra, una partícula en el cosmos.
ResponderEliminarHoy he tenido un sueño .... Ese es el camino, es la esperanza y la fe de un mundo mejor.
ResponderEliminarLa rueda gira, el mundo cambia; esta imagen de futuro da razones para ayudar a girar la rueda. Es un sueño al que podemos llegar; solo hace falta creer.
Gracias por vuestros comentarios. Parece que hay ganas de cambio en el mundo...
ResponderEliminarno olvides las 3 leyes de la termodinamica a tu relato y ponle
ResponderEliminarNANOTUBOS DE GRAFENO,para alguna aplicación práctica de tu idea o quizás veas algo
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/09/20/ciencia/1253470160.html
ResponderEliminartambien esto podrías aplicarlo,en fin todo es cuestion de ganas y un poco de pasta basta GIORRRR.
Muy interesante. Gracias por tus reflexiones. Sería bonito...
ResponderEliminaralguna cosilla más chicos sobre el grafeno y lo que nos viene.
ResponderEliminarwww.youtube.com/user/byunghee1
que guay¡¡
Interesante enlace. Gracias a todos
ResponderEliminarNada que decir al respecto, sólo que pienso exactamente lo mismo. Conoces el Proyecto Venus y el Movimiento Zeitgeist España?
ResponderEliminarSería interesante que aportaras algo, aunque sólo sea espíritu.
Un saludo a todos y gracias.
tenemos ganas de construir un mundo mejor desde el cultivo de nuestro espiritu y conciencia hasta la ejecución con las mismas manos de la responsabilidad que nos toca en el espacio que ocupamos. El presente que creamos es el futuro que tendremos...adelante,no es un sueño...
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