Este año ha llovido bastante y está todo muy verde, así que como estamos de vacaciones vamos a dar una vuelta por el campo. (se puede ver en el mapa).
Salimos de Vellosillo en dirección a Sepúlveda por la carretera. A un kilómetro nos vamos a la izquierda al Palomar de Valderices, actualmente en ruinas, que llama la atención por su gran tamaño y por la solidez de la construcción, realizada con grandes sillares en las esquinas y remates de piedra en los huecos de sus muros. El palomar estaba rodeado de un muro bastante fuerte del que queda algún tramo.
Volvemos por el rio hacia el sur para ver la zona de Nuestra Señora de la Serna, iglesia románica construida sobre el año 1200, actualmente en ruinas,
Cuando ya era cementerio y estaba sin tejado, sus piedras labradas se utilizaron en la construcción de la nueva iglesia de Vellosillo realizada en 1.941.
La iglesia se encuentra aislada en el campo. Junto a ella se encontraba el barrio llamado La Serna de Vellosillo, pues se han encontrado restos de materiales al arar las tierras adyacentes, y hay documentos que así lo dicen. Durante muchos tiempo esta iglesia fue también la de Vellosillo
Una cigüeña es el único habitante de la iglesia.
Subimos por los prados hasta el camino de la Lobera que seguimos en dirección al rio Caslilla.
Nos encontramos un rebaño de ovejas y tenemos ciertas palabras con el perro correspondiente, al final entiende que no hay que estresarse, que estamos de vacaciones aunque él esté trabajando.
Al llegar al rio aparece de frente el cerro Castillejo (El Canto Blanco), que marca la entrada al cañón del Caslilla. En este punto existe una encrucijada de caminos, entre ellos el que va a Sepúlveda rio abajo. Aquí se encontraba la aldea de Ortoya, y cerca, su barrio Ortoyuela,
despoblados ya en el siglo XVIII y hoy desaparecidos.
Seguimos por el camino de frente, cruzamos el rio y subimos por la ladera del cerro Castillejo a fin de seguir el cañón del rio desde arriba. Una reunión de buitres en medio del camino nos hace desviarnos un poco para no molestar.
Después continuamos por el borde del cañón rio abajo. Hace un día de lluvia pero sale el sol y todo huele a plantas aromáticas en la lastra. La vista es magnífica.
El cañón forma un meandro muy acusado, casi una península desde la que se ve el rio y el camino de Sepúlveda abajo en el fondo. Desde la punta de la península se puede ver Vellosillo y Sepúlveda desde el mismo punto entre las paredes del cañón, con solo girarse.
Vellosillo a 3,5 Km y Sepúlveda a 1,3 km. Debe ser de los pocos sitios donde se ven ambos pueblos. Decidimos llamar al sitio “El Mirador del cañón del Caslilla”.
Continuamos por la ladera del cerro del Batan enfrente de Sepúlveda, las aulagas están llenas de flores amarillas.
Entramos en el cercado que hay en la cumbre del cerro, los almendros de repoblación ya están muy crecidos, casi forman un bosque. La vista abarca toda la sierra y los valles del Duraton y el Caslilla.
De repente salen tres corzos entre los árboles, nos sobresaltamos todos (ellos y nosotros), las fotos no salen muy bien.
Volvemos al pueblo por la carretera, lo de andar por las piedras está bien pero no hay que pasarse. En la lastra se ven las encinas de repoblación también muy crecidas. Llegamos media hora más tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario