Visión de futuro para los pueblos

(Entrevista a Jorge Juan García Alonso publicada en el periódico El Nordeste de Segovia, titulada VISIÓN DE FUTURO PARA LOS PUEBLOS)

La suya es una generación muy preparada ( fruto del sacrificio de sus padres), llenos de inquietudes y que se replantean muchas cosas. Él mismo, con la tecnología en su mente como financiero y economista, y el arte en su mano, sueña con un futuro optimista para su pueblo que ha reflejado en un artículo: “Vellosillo, 2100”, publicado en el blog de la Asociación de vecinos de Vellosillo que puso en marcha recientemente junto con otras personas para que fuera un punto de encuentro fácil, que propiciara el relevo generacional y plasmara la cultura del pueblo. 

Jorge tiene visión de futuro y las ideas claras. Junto a otros hijos de la última generación que vivió en Vellosillo, inspirados en experiencias de otros países, intentan dibujar un futuro posible y diferente para los pueblos. Ya no creen en el modelo de finales del siglo XX, de arreglar las casas para 15 días en el verano. Sienten que la economía actual es insostenible y necesita unas respuestas diferentes que pueden estar en nuestros pueblos. Están interesados en términos tan novedosos como permacultura o casa autosuficientes; algo que ahora parece de ciencia ficción pero que nuestros antepasados, en su medida, también practicaron. 

Su padre, Matías nació en Vellosillo donde él ha ido desde pequeño y ha vivido sus tradiciones con su familia. “Mi padre fue uno de los promotores de la Asociación porque querían mantener un nexo con el pueblo y que no se convirtiera en un pueblo abandonado. Esta asociación ha sido un poco el hilo conductor de todos los que hemos seguido en contacto y, gracias a ella, desde los años 70, se plantaron árboles por todo el pueblo, se restablecieron prados y ecosistemas y consiguió mantener viva su cultura”. 

¿Cómo surge la idea del blog? 

“La asociación está dirigida por la gente mayor, los que nacieron en el pueblo. Las siguientes generaciones nos planteamos cómo hacer el relevo generacional. Nuestros padres son los que se han ocupado de mantener el pueblo y ahora nos toca a nosotros. Ellos tenían claro que querían convertir el pueblo en un lugar de vacaciones. Nosotros estamos abriendo un debate porque creemos que puede haber otro futuro. Los retos son enormes pero tecnológicamente es posible”. 

¿Por qué ese apego a Vellosillo? 

“¿Cómo se explica una emoción? Es un poco difícil. Lo siento como mi casa y me planteo ir a vivir allí; Madrid es como un sitio de tránsito, para trabajar. Yo lo he entendido siempre así. Vellosillo nos llama mucho por la Naturaleza, porque nos hemos sentido partícipes de su Historia, de cómo veían y sentían el mundo. Ese sentimiento nos une a todos porque son valores que hoy en día cobran más importancia. Trabajar en la economía del siglo XXI en los pueblos pequeños, es una realidad con Internet”. 

Los mayores, cuando les planteáis el tema del blog, ¿no os miraron como la vaca que ve pasar al tren? 

“Desde el principio pensamos en los conectados y no conectados a la red. De tal forma que todo el mundo tenga acceso a los contenidos aunque no tengan conexión a Internet.”. 

Jorge es el administrador del blog, ocupándose de la unidad de estilo y de la estructura y, junto a otras cuatro personas, se encargan de ir metiendo contenidos que les proporcionan, en parte, los mayores. Bajo el título de “La comunidad antigua” han tratado de reflejar cómo era la vida y reconstruir la Historia del pueblo. No han encontrado demasiada documentación y han descubierto algunos enigmas interesantes que les ofrecen una atractiva parte de misterio. 

¿Habéis cumplido los objetivos que os marcasteis de investigar sobre el pueblo y documentarlo, aprender del pasado y crear un punto de encuentro de fácil acceso? 

“Creemos que sí aunque solo el tiempo lo dirá. A la gente le ha encantado leer lo que hemos escrito. Y sobre todo la gente joven ha descubierto un montón de cosas a través del blog sobre la vida antigua en el pueblo”. 

¿Y qué os aporta el conocimiento del pasado, os sentís en la obligación de trasmitir lo que os ha llegado y que no se pierda? 

“Por un lado nos sentimos en la obligación, entre otras cosas, porque tarde o temprano perderemos a la última generación que vivió en el pueblo. La gente mayor está encantada porque ve que valoramos su vida de duro trabajo y la gente joven también porque si no ¿qué vamos a hacer cuando no nos quede ningún mayor? ¿Va a desaparecer todo? Si no somos capaces de aunar la visión del pueblo y que la gente más joven lo conozca, Vellosillo se morirá”. 

¿Qué te ha llamado más la atención de su pasado? 

“Yo diría dos cosas: La capacidad que tenían de vivir de manera autosuficiente con la naturaleza y la capacidad de organizarse comunitariamente”. 

Algo que puede cobrar mucha importancia en el modelo insostenible que estamos, desde el punto de vista de los recursos. Él opina que estamos al principio de la crisis, en la antesala de una guerra por los recursos y que en 30 años viviremos de una manera completamente diferente. 

¿La vuelta al campo puede ser una solución? 

“Puede ser una oportunidad a explorar porque hay muchas casas deshabitadas que se usan 15 días al año y las nuevas tecnologías ofrecen múltiples alternativas organizativas en el terreno económico y social. A la vez puede ser una alternativa al desastre ecológico en Castilla que no tiene parangón: una tierra inutilizada por los productos químicos y sin agua en los ríos, que antes lo eran todo. ¿Va a ser verdad que se convertirá en un desierto? Pues dependerá de nosotros”. 

¿Y por dónde empezamos, Jorge? 

“Se puede empezar por hablar de ello. Nuestros padres se sacrificaron para que fuéramos a la Universidad porque, en esos momentos, funcionaba para encontrar trabajo; ahora , en muchos casos, ya no. Vellosillo era un pueblo pobre y lo pasó muy mal; en todas las casas lo hemos vivido. Por eso hemos intentado buscarnos la vida lo antes posible; nos lo han trasmitido de pequeños. Mi generación no ha pasado hambre pero tenemos muy reciente la historia de nuestros padres porque se vivía muy estrechamente”. 

Su abuelo montó una tiendecita en el pueblo, su padre también se dedicó a los negocios y él ha trabajado desde muy joven. No cree que tenga mérito porque mamó el espíritu emprendedor. Sus viajes le han permitido conocer a mucha gente y ver que las empresas se pueden montar aquí, en el Nordeste de Segovia. 

¿Por qué la gente no se lanza? 

“Yo creo que en España está todo montado para que la gente no monte cosas. Hay una consideración social muy mala del empresario. En otros países más avanzados se le tiene como un icono, alguien a admirar”. 

La gran oportunidad puede ser implicar a los jóvenes y está seguro de que surgirá en un futuro más o menos cercano de forma natural. “Cambiarán cuando se tengan que casar con un banco durante 40 años para comprarse un pisito en Madrid, y tengan una alternativa que ahora no ven”. 

Mientras, seguirán su interacción en la red, investigando y aportando su formación, unida a la experiencia de sus mayores, para intentar crear un futuro distinto en Vellosillo con la sabiduría de sus antepasados y el milagro tecnológico.

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