Así es Vellosillo

Vellosillo, pueblo que estaba en un llano 

y ahora se encuentra en un cerrillo. 

Así es Vellosillo, pueblo de buenos labradores, 

yuntas y excelentes segadores. 

Pueblo de gran labranza, 

muchas ovejas y notable matanza. 

Vellosillo, pueblo bonito, pequeño y bien urbanizado, 

aunque exista algún monumento deteriorado. 

Cuando vamos al pueblo, y ya hemos pasado el puente, 

es obligada la parada en la fuente. 

Fuente de agua cristalina, que jamás se ha secado 

aunque en invierno apenas haya nevado. 

Abandonando ya la fuente, 

nos encontramos con una cuesta algo pendiente, 

y si miramos a nuestra derecha, veremos el nuevo mural, 

que no está para nada mal 

y que, hecho con cerámica de Talavera, 

se ha formado con piedras de cantera. 

Al culminar la empinada cuesta, llegamos a Vellosillo, 

y lo primero que vemos es la bonita iglesia con su bello campanario 

aunque en ella no se diga misa a diario. 

Y justo enfrente de ésta, aparece la famosa cruz, que recuerda 

a los caídos de la Guerra. 

Estamos ya entrando en el pueblo por la Calle Real 

y el nombre de cada vía se puede leer en su respectivo mural. 

Al comienzo de la Calle Real, se halla el parque infantil, 

donde las tertulias se dan a mil. 

Un poco más adelante, contamos con un frontón, 

en el que se practica el deporte favorito de Vellosillo y que divierte un montón. 

Detrás de éste, seguimos conservando el potro, 

que se ha reformado porque estaba roto. 

Y al final de la Calle Real, nos topamos con el hogar de los Manzanares, 

a partir del cual comienzan los caminos rurales. 

En la parte izquierda del pueblo, 

tenemos un teleclub, varios chalet y el consultorio médico. 

El teleclub es el centro de los grandes eventos, 

lugar de juegos de cartas e importantes reuniones, 

que son especialmente abundantes en vacaciones. 

Y así es Vellosillo, pueblo que estaba en un llano 

y ahora se encuentra en un cerrillo. 

Emilio Martín Villas (Noviembre, 2007)