10 de diciembre de 2013

Procesión en la Serna. Año 1352



Cuando paseamos hoy por las ruinas de la iglesia de Santa María de la Serna que llamamos “la Iglesiona”, cuesta trabajo imaginarse que junto a ella existió un cementerio y una aldea que se llamaba la Serna de Vellosillo.

Ruinas de Santa Maria de la Serna, en primer término el rio Caslilla

La Iglesiona se construyó sobre el año 1200 por los canteros del llamado “Taller del Duratón”, los que levantaron también otras iglesias rurales en las aldeas de esta zona de Segovia (como Perorrubio, Sotillo, Duratón, el Olmo, Santa Marta etc.). Lo cual se hizo sólo en el momento en que la amenaza árabe había cesado y la repoblación por colonos estaba avanzada.
Arco de la iglesia de Sotillo. Típico del Taller del Duratón
con influencia árabe.
La aldea de la Serna, sin embargo era muy anterior a 1200. La palabra “serna” significa el terreno reservado al rey o a un noble. En esta tierra poco productiva de Castilla, las sernas solían ser las mejores tierras, fértiles, con agua y prados. En 1076, el rey Alfonso VI entregó al Concejo de Sepúlveda un enorme territorio o alfoz que llegaba hasta Buitrago para que lo gestionara con autonomía, y se formó la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda. Como era usual entonces, el rey se reservó sernas a la entrada de la Villa. Esto no lo hacía por su valor en sí, sino como una forma testimonial de remarcar su autoridad ante el Concejo. Pues en esa época, en Sepúlveda " toda la tierra debía ir a Concejo", excepto las sernas del rey.

Próximas a Sepúlveda se conocen dos sernas, la de Duraton (hoy habitada) y la de Vellosillo. Lo más probable es que las aldeas se crearon en esas sernas desde el principio de la conquista, en el siglo X u XI. Por su proximidad a Sepúlveda y su fertilidad, también es posible que antes de su conquista por los cristianos en el 940, ya la zona de las sernas estuvieran pobladas por campesinos árabes que abastecían de cereales, hortalizas y carne a la aislada fortaleza mora de Sepúlveda. 

Investigadores como Carlos Sáez Sanchez, han estudiado los escasos documentos que quedan de la época medieval de la zona de Sepúlveda. Aproximadamente unos 200 escritos, que abarcan 4 siglos de Historia, fueron recopilados por Carlos Sáez en su obra "Colección Diplomática de Sepúlveda". En esos y otros estudios se indica que en 1452 la aldea de La Serna de Vellosillo era considerada un barrio de Vellosillo. 

Vellosillo, en esa época de 1452, no tenía iglesia ni cementerio y sus vecinos tenían que desplazarse al barrio de La Serna, situado a unos 2 km, para los actos religiosos, que eran muy importantes en la época. El motivo por el que que en Vellosillo no se construyera una iglesia románica, unido a la extraña forma urbanística del pueblo y otros indicios, se explican porque Vellosillo quizás tuvo al principio solo una función militar y no fue hasta bien pasado el año 1200 cuando comenzó a habitarse por campesinos y se transformó en una aldea más, que finalmente tomó más importancia que La Serna. Esta circunstancia se ha tratado con detalle en la entrada del blog "los Vellosillo,  el origen del pueblo"
ruinas de Santa Maria de la Serna

El documento conocido más antiguo que habla concretamente de la Serna y de Vellosillo, es un pergamino fechado el 11 de Mayo de 1352 (o sea, de 660 años de antigüedad ) escrito en castellano antiguo., que se encuentra en el Archivo Histórico Nacional y que fue transcrito por Carlos Sáez.

Se trata de una breve nota probablemente escrita por el cura de la Serna. Al parecer la gente no participaba mucho a las procesiones religiosas o actos comunitarios y el concejo del pueblo reunido en la iglesia de Santa María de la Serna (La Iglesiona), decide poner una pequeña multa a los que se queden en casa o trabajen esos días.

El documento nº 45 de la "Colección Diplomática" de Carlos Sáez, literalmente dice lo siguiente:



En el escrito, se habla de las multas que tiene que pagar el que no acuda a las diferentes procesiones y actividades que se hacían en el pueblo,. Las monedas que había entonces eran muy variables. Su cantidad de plata y por tanto su valor dependía mucho de los reyes de turno o de las zonas de Castilla. Con lo cual es difícil decir cuál era la equivalencia exacta por ejemplo entre un cornado y un maravedí.

cornado de 1.368 de Pedro I el Cruel.

Un cornado, que se llamaba así porque llevaba una imagen del rey coronado, era una moneda de muy escaso valor. En el siglo de Oro era corriente la expresión “no vale un cornado”. Una equivalencia entre las monedas aunque ya muy posterior podía ser la siguiente.


 
real de plata. Pedro I
Dinero de Alfonso XI
Respecto a los actos que nombran en el documento, se multa muy poco al que no salga con la cruz de la iglesia (en procesión), a la carrera (camino) de Tejares (¿).. Se sube la multa ya de forma considerable, como eran 5 maravedís para el que no vaya a las Rosuelas (¿) y el que no salga con la Cruz de San Pedro o se quede trabajando mientras dure la procesión. Parece que se refiere a las diferentes festividades del pueblo.

También se habla de lo que parece una comida comunitaria a escote, a la que es obligatorio asistir. El que no iba a la comida tenía que pagar igual.

Otro recorrido del que se habla es “al arroyo”, que podría ser el rio Caslilla u otro que hubiera al Oeste, en la zona del prado del Arroyar. Tambien hay una pequeña multa de dos cornados al que no fuera en procesión a Torrecilla (situada a 1,5 km de la Serna), multa que subía a 1 maravedí si el vecino no acompañaba hasta La Nava situada un kilómetro más lejos. Por último el que no volviera de la Nava con la procesión se le multaba bastante, hasta 5 maravedís. O sea, había que ir a La Nava si o si.


Al parecer las procesiones iban por el campo recorriendo las aldeas del valle del Caslilla (la Nava, Torrecilla..), pero no subían a Vellosillo. .

 
situacion de las aldeas del valle del Caslilla

La impresión es que no parece una sociedad muy tiránica, como la idea que tenemos de los campesinos en la época medieval. Muchos campesinos al parecer pasaban de ir a las procesiones o a otros actos cívicos, y preferían quedarse trabajando o en casa. 

Las aldeas tenían un pequeño concejo formado por personas elegidas por los vecinos. para asuntos menores como este. Cuando había asuntos más importantes, los diferentes concejos de las aldeas elevaban sus peticiones al ochavero correspondiente a cada territorio de Sepúlveda u ochavo (había 8), y eran estos ochaveros los que las presentaban y defendían ante el Concejo de Sepúlveda, que era el que decidía.

Aquí el pequeño concejo de la aldea trata de que todos participen en los actos locales imponiendo multas más bien bajas. ¿Porqué lo hacían?. El cura de Santa María de la Serna era el titular de la Iglesia de Santiago de Sepúlveda (reconvertida ahora en Centro de interpretación del Cañon del Duratón) y se tenía que trasladar a la Serna para las misas y actos. Sepúlveda como cabeza de la Comunidad debía de ser la que imponía una mayor concienciación religiosa y cívica a los aldeanos, gente esencialmente libre que disponía de sus tierras y que probablemente tenían otras preocupaciones.
 
cartel colocado por la Asociacion de Vellosillo
en la fachada de La Iglesiona, que durante un tiempo
fue utilizada como cementerio del pueblo

En la época del escrito, mayo de 1352, el rey de Castilla era Pedro I el Cruel, que contaba entonces con 18 años y gobernaba a través de su valido Juan Alfonso de Alburquerque , llamado “el del Ataúd”. Castilla se recuperaba de las grandes epidemias de peste negra que la habían asolado unos años antes. El rey Pedro se sentía fuerte e impuso su autoridad sobre la ambiciosa nobleza castellana, para lo cual se apoyó a veces en las llamadas “ciudades” como Sepúlveda. No dudó en asesinar a muchos de sus opositores, quienes al final se unirían y acabarían con él en 1369, tras una larga época de intrigas, anarquía y guerras civiles.

Sin embargo estas luchas entre magnates, no afectaban a los campesinos de lugares como la Serna o Vellosillo, al estar protegidos bajo la estructura de la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda. El texto de Carlos Saez sugiere que la gente no vivía bajo amenaza, sino de forma pacífica, intentando mantener el espíritu cívico del pueblo, con preocupaciones no muy extremas.




7 comentarios:

  1. Bravo Miguel ! que bien documentado todo y muy interesante,saber cosas que desconocía.

    ResponderEliminar
  2. Miguel Angel, interesante interesante, gracias a tu aportación estamos conociendo la historia de nuestro pueblo.

    ResponderEliminar
  3. Muy interesante este documento. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. gracias, como comenté había oído hablar de él desde hace tiempo.

      Eliminar
  4. Que historia más rica para un lugar tan pequeño. Miguel Angel, eres un arqueologo digital de altura :-)

    ResponderEliminar
  5. Gracias, a ver si nos compramos una maquina del tiempo, habrá que proponerlo a la junta.

    ResponderEliminar
  6. Genial, como siempre. Es emocionante conocer tantas cosas de nuestros ancestros. Buen trabajo Miguel .

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario