[...] Entre los múltiples beneficios que
podrían aportar las Comunidades Energéticas destacan el abanico de
posibilidades para que los ciudadanos participen en la producción de
energía (autoconsumo fotovoltaico compartido), en el consumo y en la
distribución o reparto de la energía renovable. Según las directivas
europeas, se les permitirá operar a lo largo de toda la cadena de valor
de la electricidad. Por tanto, podrá haber una interacción continua con
la red de distribución de cada ciudad al aproximar los sistemas de
generación de electricidad a los puntos de consumo, generando un debate
futuro sobre quien deberá ser propietario y gestor de las redes.
Esta
idea apunta a la oportunidad para acelerar la transición energética
desde pueblos como Sepúlveda y núcleos agregados, lo que podría crear
empleo de calidad, aunando intereses comunes en torno a asociaciones
locales basadas en estrategias colectivas, inclusivas y participadas por
socios. En este caso, el socio de la comunidad energética podría ser
propietario de la instalación, una novedad que no ofrece ningún otro
tipo de actor energético más allá de las instalaciones de autoconsumo.
Según
Rescoop, la mitad de todos los ciudadanos europeos podría producir su
propia electricidad para el 2050, satisfaciendo el 45% de la demanda de
energía de la UE. Esto representaría un cambio masivo en el que los
ciudadanos, gracias al poder ser partícipes y gestores de su propia
energía renovable, siendo los protagonistas y acelerando el ritmo de la
transición energética.
Más información en Sepúlveda Innova
Desarrollar una industria de energía sostenible y comunitaria es una idea que podría ser rompedora para la zona. Muy buena entrada.
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