La organización agraria UCCL ha denunciado nuevos ataques de lobos en la zona nordeste de la provincia, que han provocado 53 ovejas muertas y 13 heridas. En Condado de Castilnovo murieron 50 ovejas y 13 resultaron heridas. En Santa Marta del Cerro se registraron 7 carneros muertos y 4 heridos; en Duratón 10 ovejas fueron heridas por los lobos el jueves, y al día siguiente se produjo otro ataque con 3 ovejas muertas y 12 heridas.
Desde UCCL explican que cada año por estas fechas aumentan los ataques de lobos, “con el agravante de que a los lobos ya no les impone la presencia de los pastores o los perros; se da la circunstancia de que atacan a las ovejas que se quedan un poco rezagadas mientras están pastando o, incluso a las que están en la red, aunque haya gente relativamente cerca”.
En los ataques de las últimas dos semanas se han contabilizado, según han informado, 61 ovejas muertas y 30 heridas, que al final acaban muriéndose, y que no se tienen en cuenta, como tampoco el estrés que padece el resto del rebaño; en el ataque del domingo en Duruelo el ganadero encontró las ovejas de su rebaño descarriadas en varios grupos en un radio de unos 6 kilómetros a la redonda. “Esto no lo paga nadie, ni lo cubre el seguro, va todo a cuenta del ganadero”, afirman.
En su opinión, son ya muchos los ataques de lobos contabilizados en toda Segovia, tanto en la falda de la sierra, como en el resto de la provincia, “ya que ninguna zona se escapa a la presencia de este cánido, cuya población, en los últimos años, ha aumentado alarmantemente y sin ningún control, tanto el número de lobos, como los movimientos de las manadas se les ha ido de las manos, y además lo reconocen miembros de la administración y guardas forestales, eso sí, en conversaciones privadas y te dicen que lo negarán en público”.
UCCL reclama a la administración que tome cartas en el asunto de una vez por todas, primero controlando el número de animales y los movimientos de las manadas, procurándoles alimento, a fin de que no ataquen el ganado y, si se producen ataques, indemnizar directamente a los ganaderos afectados por las bajas directas y por el lucro cesante de la explotación. “Exigimos una solución urgente a la administración competente en la materia, que continúa lavándose las manos”, concluyen.
Quizás renga que ver con la falta de caza y el abandono agricola en la sierra. Esto no solo afecta a la ganadería sino al turismo por ejemplo.
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