26 de febrero de 2012

Lo que se aprovechó de la iglesia de Santa María de la Serna (La Iglesiona).


Hay un adorno de piedra que se repite en la iglesias románicas de la zona. En  Duraton, Vellosillo, Perorrubio, Santa Marta, etc. Es una sirena de dos colas. Cuando aparece, siempre está colocada en el capitel derecho del arco. 
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Hubo un taller de artesanos canteros que trabajó en la zona del  Duraton. Es conocido como “El taller del Duratón”, no trabajó en Sepúlveda, sus obras se conocen por algunos elementos que se repiten , como el arco de entrada lobulado (de influencia árabe), los adornos en zig-zag, las esculturas representando animales fantásticos como la sirena,  y también escenas  de la vida cotidiana en las aldeas.etc.
Es un románico tardio propio de la cultura popular de las aldeas. realizado con pocos medios.


El estilo es muy diferente al empleado por ejemplo en el Salvador de Sepulveda (que es de un siglo antes 1095 y del  estilo leonés o francés  del Camino de Santiago)


Perorrubio


Santa Marta del Cerro

Perorrubio

Sotillo, arco lobulado



El Olmo

Duratón

Perorrubio, arco tapiado con adorno en zig zag

La obra maestra de este taller  es la iglesia de Duratón (1203),  también es importante la de Sotillo, que  reflejan la prosperidad y alta población del valle del Duraton en la época. Pero hay otras iglesias de la misma escuela como la de Santa Marta, más humildes, donde solo se emplea piedra tallada en las esquinas, aleros, arcos y ventanas, el resto es mampostería  revestida con mortero de cal.


La iglesia de Santa María de la Serna (La Iglesiona) fue de la misma época. Aunque no se cita como perteneciente  al taller del Duraton.  Quizas haya pasado indvertida. Realmente lo único que se ve ahora en el campo son unas ruinas. Y hay que conocer que algunas piezas se reutilizaron en Vellosillo, en la iglesia nueva entre 1935 y 1942.

La Iglesia  románica de Santa María de la Serna fue una sencilla iglesia rural de una nave, con el ábside al Este, una espadaña para las campanas   y un cuerpo bajo adosado a la fachada sur de la nave. En este cuerpo bajo,  una parte cerrada era la Sacristía, que se comunicaba interiormente con la nave central con un arco de piedra. El resto  era un porche abierto seguramente con pilares de madera, el porche quizás tuvo un peto de piedra, o incluso esuvo cerrado también porque se ven restos de una pared. Tenía una ventana sobre el porche para iluminar la nave lateralmente y una o dos más en el ábside.

Santa María de la Serna , fachada sur. 
Se aprecian los agujeros de las vigas del porche y el hueco de la ventana
la huella del arco de entrada a la nave y a  la derecha  la pared baja de la sacristía
 
La Iglesiona tenía al menos  el ábside rematado por placas de piedra de alero y canecillos labrados para sostenerlo, además una banda  de metopas esculpidas entre los canecillos (lo único recuperado y aprovechado de esto son unos pocos metros lineales hoy situados a los lados del arco de la Virgen del Pilar en la fachada Oeste de la iglesia nueva).


Duratón. piezas de piedra de alero, canecillos y metopas (una con un dromedario).
la iglesia de Nª Sra. de la Serna, tambien tenía estos adornos, al menos en el ábside
Respecto a ventanas de la antigua iglesia de la Serna, se ha reutilizado una casi completa, aunque le falta una moldura bajo el arco  y de otra únicamente se consiguieron las columnas laterales, ambas ventanas están en la fachada Oeste de la iglesia nueva del pueblo, además se recuperó otra pequeña colocada tras el altar en el ábside. 
De los arcos de puerta, parece completo el reutilizado en la Sacristía actual, que correspondía con la sacristía de la Iglesiona. Además hoy  hay otro enfrente, a la izquierda del altar, que correspondería a  la entrada principal a la nave de la iglesia  vieja. De este arco probablemente falte todo el adorno original, es decir las dos o tres arquivoltas labradas que solían tener estas iglesias alrededor de la puerta de madera.

Piezas de la Iglesia románica recuperadas: arco de ventana (con la sirena a la derecha),
y  piezas de alero, canecillos y metopas extraidos del abside
las piezas de remate escalonadas quizás pertenecieron a la espadaña de la iglesia vieja

Las paredes no se tocaron, quizás por respeto  al ser ya un cementerio. Se reaprovecharon los sillares de las esquinas, que se pueden ver hoy en la fachada de la iglesia nueva. Se distinguen porque tiene un color  ocre claro.  También hay unos remates de piedra  que quizás procedan de la espadaña de la iglesia vieja y un adorno octogonal  que parece también de la Iglesiona.




columnas laterales y alfeizar  recuperadas de la iglesia románica,
La cubierta de la nave de la Iglesiona debió ser de cerchas de madera vistas desde abajo,  apoyadas sobre los muros que quedan en pie, con tejado a  dos aguas, Pero la cubierta del ábside, más baja, se sostenía  sobre arcos de piedra, pilares y capiteles labrados, que se han aprovechado integros para la iglesia nueva con el mismo uso.

pilares, capiteles y arcos del ábside reutilizados
Al fondo de la nave de la Iglesiona había también un coro de madera,  que seguramente serviría también para subir a la espadaña de las campanas. Se han aprovechado en la iglesia nueva dos piezas de madera labrada de las que sostenían el coro.
La iglesia románica de Santa María de la Serna se construyó para el pueblo que habia al lado (llamado La Serna) pero Vellosillo utilizó esta iglesia desde siempre hasta después de 1850. En ese año, Madoz cita que en Vellosillo se usaban dos templos simultáneamente, la iglesia románica y la pequeña ermita del pueblo (Santísimo Cristo del Refugio). Esta ermita  la construyó el pueblo pasado el año 1.700, para ello pidieron un préstamo de 1.200 reales  a un vecino de Prádena.  En 1752 todavía lo estaba pagando.
A principios del siglo XX, la iglesia románica de Santa María de la Serna estaba en ruinas, no se sabe porqué, quizá tuvo que ver con las penurias del clero después de la Desamortización, (en Sepúlveda de 15 iglesias que llegó a haber quedaron cuatro o cinco). Quizás no se pudieron mantener dos iglesias a la vez, y se optó por lo más cómodo y cercano , dejando la iglesia de la Serna abandonada. Es extraño que el pueblo dejara que la iglesia se arruinara.
En 1850, es decir, cuando la Iglesiona estaba en uso,  el cementerio del pueblo se califica como “bien situado” según Madoz. No quedan restos del antiguo cementerio,  pero en el Catastro del Marques de Ensenada (1.754), se describe una pequeña parcela para cultivo de  hierba situada entre la iglesiona y el cementerio. Por la descripcion de los linderos se deduce que el cementerio estaba muy cerca de la iglesiona en direccion al rio.

Cuando la Iglesiona se arruinó se utilizó el interior como cementerio. Todavía hay gente que la recuerda sin tejado y con el ábside cubierto. Los niños se enterraban en el ábside y a los demás en la nave.
En 1935 se inauguró el monumento del Corazón de Jesús en la fachada Oeste de la ermita del pueblo, (ver la entrada "Una noticia en el ABC.1935". La obra consistió en elevar  la espadaña de las campanas  de la ermita del Ssmo Cristo del Refugio, y  se adornó con un arco románico de ventana colocado encima  y varias piezas de alero, todo ello extraído de la Iglesiona . Sobre el conjunto se colocó la estatua del  Corazón de Jesús.  No faltaron forasteros que no estaban muy de acuerdo con el monumento y amenazaron con echarle una soga y derribarlo.
Inauguracion de 1.935.
Nueva espadaña más alta con las campanas de la ermita del Ssmo. Cristo del Refugio.
Después de la guerra, en1942 se inauguró parcialmente  la iglesia nueva, después de una obra más bien rápida en la que colaboró  el pueblo. La iglesia nueva se construyó sobre la ermita existente (la ermita coincidía con el crucero de la iglesia nueva).
Hubo un periodo,  antes de 1935  en que (además de las campanas) se expoliaron y desaparecieron  bastantes  piezas románicas de piedra de la Iglesiona cuando estaba en ruinas y abandonada. Alguien que debía conocer su valor, o por encargo, se las llevó.
Se echa en falta como se ha dicho, parte del arco de entrada, la pieza románica más valiosa, que solía estar adornado con varias arquivoltas o ser incluso lobulado, como los del taller del Duratón.  Y faltan también  bastantes piezas de ventanas, o  alero, canecillos y metopas de piedra  que remataban el ábside. En la iglesia nueva hay reutilizados únicamente doce canecillos. También, al parecer desapareció un retablo barroco de madera.

A pesar de los desmanes, hoy  es de agradecer el esfuerzo que hizo el pueblo y D. Jenaro García Burgos en esos difíciles años  de la posguerra. Aparte de la buena gestión para construir una gran iglesia, se reutilizaron con mucho sentido común las piezas valiosas de la Iglesiona, colocándolas en los lugares preferentes y siendo conscientes de su valor histórico y practico..







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