El rey de Castilla, Pedro I el Cruel, ("el Justiciero" para los suyos), con el apoyo de una parte de la nobleza, las ciudades y los judíos, se enfrentó largamente a los grandes magnates del reino de Castilla. Pero finalmente perdió.
Tras 19 años de guerras incesantes, conspiraciones y terribles crímenes, el colérico Don Pedro se vio perdido. Sitiado en el castillo de Montiel, acabó siendo conducido con engaños a la tienda de su hermanastro y máximo rival, Enrique, quien lo asesinó personalmente.
Enrique II "el Fratricida" se proclamó así rey de Castilla en 1369. Y comenzó el reinado de la
Casa de Trastamara. Esta dinastía regiría Castilla el siguiente siglo y medio,
hasta 1516. El primer rey Trastamara fue por tanto Enrique II y la última Isabel I la Católica (su hija Juana aunque
reina, no llegó a ejercer).
Pedro I el Cruel y Enrique II Trastamara |
Casa de Trastamara. En Amarillo, reyes Trastamara de Castilla, en Rojo los de Aragón, en Azul los de Navarra |
Hasta Isabel I, en la Península Ibérica había 5 reinos independientes y rivales: Castilla, la Corona de Aragón, Portugal, Navarra y el reino moro de Granada.
La economía en Castilla se basaba en la
tierra. Cuanto más territorio se poseía, más aldeas y villas y más
campesinos. El rey, los nobles, los hidalgos y la Iglesia se repartían las tierras y por tanto las rentas que producían los
campesinos en ellas, dejando a estos lo justo para sobrevivir.
A parte también entraban en pugna
las ciudades (Las Comunidades de Villa y Tierra), situadas en territorio
del rey pero con un gobierno autónomo llamado Concejo. Estaban
dirigidas por hidalgos o baja nobleza y contaban con un pequeño ejército propio
(la milicia concejil). Se aliaban con unos u otros según les conviniera.
Otro factor eran los judíos,
que a cambio de estabilidad para su vida y negocios, financiaban a la facción
que favoreciera sus intereses.
Tan importante era poseer la
tierra, que la vida de los monarcas, alta nobleza y alto clero transcurría con un único propósito: extender
sus dominios.
Los reyes de esa época eran uno más a repartir, y aunque los nobles les juraran fidelidad por sus derechos de nacimiento, en la práctica, un grupo numeroso de magnates (nobles o clérigos), formaban alianzas para presionar a los reyes, intentaban modificar la sucesión a la corona según sus intereses, se aliaban con reinos extranjeros, conspiraban contra sus rivales y asesinaban (el veneno era muy utilizado en la época).
Los reyes de esa época eran uno más a repartir, y aunque los nobles les juraran fidelidad por sus derechos de nacimiento, en la práctica, un grupo numeroso de magnates (nobles o clérigos), formaban alianzas para presionar a los reyes, intentaban modificar la sucesión a la corona según sus intereses, se aliaban con reinos extranjeros, conspiraban contra sus rivales y asesinaban (el veneno era muy utilizado en la época).
Dobla de oro "de la banda". de Juan II. Moneda castellana de 4,62 grs. |
La vida de los campesinos
era mejor si pertenecían a una Comunidad de Villa y Tierra de realengo, ya que
los impuestos eran menores y había cierta justicia proporcionada por el
Concejo. Los que vivían bajo el señorío de la nobleza o el clero, no disponían libremente de su tierra y estaban
más indefensos ante los abusos del señor.
La Comunidad de Villa y
tierra de Sepúlveda (y por tanto Vellosillo), fue de las zonas
privilegiadas de Castilla que logró mantenerse siempre de realengo. Es decir,
su Concejo rendía cuentas directamente al rey.
Tras los años de la
Reconquista en los que hubo el propósito común de derrotar a los musulmanes, en este
siglo XIV la situación quedó estancada frente al reino de Granada. Se sucedió un periodo marcado por la gran
epidemia de peste negra de 1.348, y sus
réplicas cada 10 años, que trajeron una crisis económica muy importante. La gran mortandad resultante hizo caer las
rentas de la tierra en algunos casos al 50%
Las diferentes facciones nobiliarias se enfrentaron entre sí en
constantes guerras civiles.
Los débiles reyes a fin de
conseguir apoyo para protegerse o para ampliar sus dominios a otros estados.
concedían a sus nobles “ las mercedes”, es decir territorios de su patrimonio de realengo (villas,
castillos etc..) lo que era sinónimo de riqueza,
El poder y la riqueza se concentró aún más en manos de la oligarquía de nobles y clero, Cada cual con sus propias mesnadas, incontrolables para el rey. La seguridad en los campos era inexistente, con bandas de forajidos que saqueabn a viajeros y campesinos. Los magnates imponían su ley a capricho en sus territorios.
Hasta Isabel, la Castilla de la época de los Trastamara, se sumió en el caos y la anarquía. Los reyes vecinos (Aragón, Portugal, Francia) vieron la oportunidad de ampliar su poder a costa de Castilla. (por ejemplo Aragón reivindicó Murcia y Portugal, Galicia)
El poder y la riqueza se concentró aún más en manos de la oligarquía de nobles y clero, Cada cual con sus propias mesnadas, incontrolables para el rey. La seguridad en los campos era inexistente, con bandas de forajidos que saqueabn a viajeros y campesinos. Los magnates imponían su ley a capricho en sus territorios.
Hasta Isabel, la Castilla de la época de los Trastamara, se sumió en el caos y la anarquía. Los reyes vecinos (Aragón, Portugal, Francia) vieron la oportunidad de ampliar su poder a costa de Castilla. (por ejemplo Aragón reivindicó Murcia y Portugal, Galicia)
Juan II de Castilla |
Los reyes de la Casa de
Trastamara, con la excepción de Isabel, no se caracterizaron por el valor o la prudencia, sino por todo
lo contrario. Desde 1.369, Enrique II, Juan I, Enrique III, Juan II y Enrique
IV fueron reyes anulados por la nobleza y en general entregaron el poder a sus
validos.
Sobre 1.420, el valido de Juan
II, era Álvaro de Luna, gran defensor de la monarquía frente a los magnates,
pero también defensor de sus intereses. Álvaro
de Luna acumulaba cinco condados, las ciudades
de Trujillo y Osma y hasta setenta villas
o lugares en toda Castilla, como por ejemplo Riaza, Ayllón , Maderuelo, el castillo de Castilnovo, etc. La
mayoría eran propiedades de realengo, regaladas por el rey como premio a sus
servicios.
D. Álvaro tenía un ejército privado de “4.000 lanzas”, y su Corte fastuosa igualaba en lujo, derroche y esplendor a la del rey. En realidad, Don Álvaro era el amo de la Corte del rey.
D. Álvaro tenía un ejército privado de “4.000 lanzas”, y su Corte fastuosa igualaba en lujo, derroche y esplendor a la del rey. En realidad, Don Álvaro era el amo de la Corte del rey.
Existe una “Cédula
original del rey don Juan el II por la cual manda al Concejo, Alcaldes, etc. de
la villa de Sepúlveda y su tierra para que ayan y tengan a Don Alvaro de Luna
por Señor de dicha villa, de 30 de Octubre de 1.439”. Este señorío bajo Alvaró de Luna duró 15 años y fue el único periodo de su historia en que Sepúlveda perdió su condición de realengo.
Álvaro de Luna, igual que Don Pedro I, forjó una
alianza con la pequeña nobleza, las ciudades, el bajo clero y los judíos que se
oponían a la oligarquía nobiliaria castellana. Su tiempo fue una serie de
triunfos y destierros temporales (uno de ellos en Sepúlveda), y nueva vuelta al
poder cuando las fuerzas de la nobleza
se disgregaban.
Castillo de Castilnovo que fue propiedad de Don Alvaro de Luna posteriormente fue concedido a Juan Pacheco |
Sin embargo, la fuerza de Don Álvaro se basaba en el afecto que le dispensaba el rey. Eso cambió cuando la segunda esposa del rey Juan II, Isabel de Portugal (la madre de Isabel la Católica), temerosa del inmenso poder del valido, conocedora de sus intrigas, abusos y ciertos asesinatos dispuestos por él, se alió con la nobleza y urgió con insistencia a su marido a prescindir del favorito, con lo cual este cayó en desgracia y fue objeto de la venganza de sus numerosos enemigos.
Detenido el día 1 de junio
de 1.453, Don Álvaro de Luna fue trasladado a Valladolid donde fue juzgado y condenado en una parodia
de juicio, y de forma infamante, degollado en
cadalso público, en la Plaza Mayor.
Al cuidado de su fiel servidor Gonzalo Chacón, finalmente sus restos fueron enterrados
en la suntuosa capilla de Santiago de la catedral de Toledo.
"Pues aquel gran Condestable,
maestre que conocimos
tan privado,
no cumple que de él se hable,
sino sólo que lo vimos
maestre que conocimos
tan privado,
no cumple que de él se hable,
sino sólo que lo vimos
degollado.
Sus infinitos tesoros,
sus villas y sus lugares,
su mandar,
¿qué le fueron sino lloros?
Sus infinitos tesoros,
sus villas y sus lugares,
su mandar,
¿qué le fueron sino lloros?
¿Qué fueron sino pesares
al dejar?"
al dejar?"
(Jorge Manrique. Coplas )
Álvaro de Luna para unos, fue
simplemente un ambicioso favorito. Para
otros, un fiel servidor de su rey Juan II, Por supuesto que buscó su propio beneficio,
pero su autoridad fue sin duda mejor que
el dictado de los avariciosos nobles.
Juan II de Castilla se casó dos
veces, la primera con María de Aragon de quien tuvo al futuro rey Enrique IV, la segunda con Isabel de
Portugal, de quien tuvo a Isabel (la Católica) y a Alfonso.
Juan II murió un año después de la ejecución de su favorito Luna, sus últimas palabras, abrumado por sus problemas, fueron: “Naciera yo hijo de un labrador e fuera fraile del abrojo, que no rey de Castilla.”
Juan II murió un año después de la ejecución de su favorito Luna, sus últimas palabras, abrumado por sus problemas, fueron: “Naciera yo hijo de un labrador e fuera fraile del abrojo, que no rey de Castilla.”
Le sucedió entonces su hijo
mayor. Enrique IV , candidato de la alta nobleza,
Enrique casó con Blanca
de Navarra, pero no tuvo hijos. Al cabo de 13 años, el papa declaró nulo el
matrimonio, que al parecer no se había consumado todavía. El motivo de nulidad
que se alegó es que existía un maleficio en su relación con Blanca, ya que
Enrique si era capaz con otras mujeres. Sus detractores le llamaban Enrique el Impotente.
En 1.455 Enrique IV se casa nuevamente con Juana de Portugal (Juana de Avis), y 7 años después, en 1462 tiene una hija, Juana, que las murmuraciones situaron
como hija del valido del rey en ese
momento, Beltrán de la Cueva. A la pobre Juana comienzan a llamarle “La
Beltraneja”.
La madrastra de Enrique IV,
o sea Isabel de Portugal, y sus hijos
Isabel y Alfonso, vivían mientras tanto recluidos en Arévalo y apartados de la Corte.
Al nacer Juana; Isabel y su hermano Alfonso,
fueron llamados a la corte de Enrique IV y cruelmente separados de su madre, tenían
respectivamente 11 y 9 años, Su madre entró en una depresión que acabaría en
locura.
El valido Don Beltrán de la Cueva |
sepulcro de Juan II e Isabel de Portugal, padres de Isabel la Católica Cartuja de Miraflores (Burgos), del escultor Diego de Siloé. |
Uno de los compañeros de
juventud de Enrique IV fue Juan Pacheco,
marqués de Villena, Fue su valido prácticamente siempre. Llegó a ser uno de
los mayores potentados de Castilla, recibiendo muchos de los bienes de Álvaro
de Luna.
En 1464, Juan Pacheco fue
desplazado por el rey en favor de Beltrán de la Cueva. Entonces Pacheco inició una campaña para deslegitimar a Juana
“La Beltraneja”, por el motivo de que no ser
hija del rey Enrique. Un Liga de Nobles exigió al rey
nombrar heredero a Alfonso (el hermano de Isabel) y expulsar de favorito a
Beltrán de la Cueva. Enrique IV claudicó y Alfonso, de 12 años, fue entregado a
Pacheco para su educación y jurado como heredero. Beltrán de la Cueva fue
alejado de la corte. Y Pacheco volvió a ser valido del rey.
Aún así, en 1465 la Liga de
nobles decidió derrocar ya a Enrique IV, y proclamó como nuevo rey a Alfonso (en la llamada
Farsa de Ávila). Aquello originó un periodo caótico de guerra civil entre partidarios
de los dos reyes. Hasta que súbitamente, tres años después murío Alfonso y por
ello en 1.468, su hermana Isabel, con 17 años se convirtió en la heredera del
reino.
Isabel, esteba prometida desde muy pequeña con el heredero del rey de Aragón. Desde el primer momento, con una energía e inteligencia precoz, rodeada de un grupo de nobles adeptos y con el apoyo de Aragón, se enfrentó al poder de los magnates castellanos.
Al morir su hermano Alfonso, Isabel se negó a ser reina
mientras viviera Enrique IV. Acordó con el rey reconocerla heredera, y a cambio Enrique
podía decidir el matrimonio de Isabel. No se contó con Juana (La Beltraneja) sobre todo por la entonces notoria infidelidad de su madre, la Reina Juana de
Avis, que estaba nuevamente embarazada de otro. Enrique IV asumía así públicamente
que Juana no era su hija.
castillo de Jumilla (Murcia), construido por Juan Pacheco. |
Isabel vivía recluida en
Ocaña vigilada por Juan Pacheco y marchó de allí con el pretexto de ir a Avila
a visitar la tumba de su hermano Alfonso. Pero realmente fue a Valladolid y no volvió. Fue una cabalgada
que realizó prácticamente sola. Fernando por su parte, entró secretamente en
Castilla disfrazado de mozo de mulas. Un dificil viaje que realizó evitando
los caminos vigilados por hombres de Pacheco.
Fernando, cuando llegó a Valladolid con tan sólo 17 años, era ya rey de Sicilia (una de las posesiones
de Aragón) y tenía experiencia militar y de gobierno. Tenía ya dos hijos naturales conocidos, lo cual era un valor añadido dada la psicosis de impotencia de los reyes.
Isabel, con 18 años lo conoció allí en Valladolid, e inmediatamente y desde
entonces congeniaron y complementaron extraordinariamente la fuerte personalidad de ambos.
Isabel, hermanastra de Enrique IV |
Fernando, hijo del rey de Aragón |
Enrique IV al conocer la
noticia de la boda, y de la falsa bula, deshizo el acuerdo firmado con Isabel y proclamó nuevamente heredera a Juana (La Beltraneja). El
reino cayó nuevamente en la anarquía entre los partidarios de Enrique IV y los
de Isabel y Fernando
patio del Palacio de los Vivero en Valladolid, donde se casaron Isabel y Fernando en 1.469 |
Así, entre 1.470 y 1.472,
Juan Pacheco recibe la villa toledana de Escalona, que había pertenecido a D.
Álvaro de Luna, la tenencia del alcázar de Madrid, recupera Montalbán y
consigue Puente del Arzobispo, se apodera de Alcaraz, etc..
Igualmente en 1.472, Enrique IV concedió a Pacheco la Villa y Tierra de Sepúlveda. Pero en este caso los sepulvedanos se rebelaron e impidieron el paso a Enrique IV, se armaron, cerraron las murallas de la Villa y "levantaron pendones" por Isabel y Fernando.
Castillo de Belmonte (Cuenca), construido por Juan Pacheco. |
Igualmente en 1.472, Enrique IV concedió a Pacheco la Villa y Tierra de Sepúlveda. Pero en este caso los sepulvedanos se rebelaron e impidieron el paso a Enrique IV, se armaron, cerraron las murallas de la Villa y "levantaron pendones" por Isabel y Fernando.
Cronica del Rey Don Enrique el IV Diego Enriquez del Castillo. |
La iniciativa de la rebelión
la llevaron los hidalgos de la Villa (uno de ellos vecino de Vellosillo), quienes controlaban el Concejo,
temerosos de perder sus privilegios bajo el dominio de Juan Pacheco.
Enrique IV, humillado y encolerizado , retiró a Sepúlveda sus antiguos fueros y privilegios, pero el castigo no fue efectivo, Inmediatamente, los nuevos reyes Isabel y Fernando, enviaron refuerzos a la Villa. y esta quedó asegurada.
Enrique IV, humillado y encolerizado , retiró a Sepúlveda sus antiguos fueros y privilegios, pero el castigo no fue efectivo, Inmediatamente, los nuevos reyes Isabel y Fernando, enviaron refuerzos a la Villa. y esta quedó asegurada.
En 1474 mueren Enrique IV y Juan Pacheco. Entonces Isabel se proclamó reina de Castilla en un espectacular y propagandístico desfile y ceremonia que transcurrió entre el Alcazar y la iglesia de San Miguel en la ciudad de Segovia. La coronacion se realizó con la ausencia de Fernando por expreso deseo de Isabel, deseosa de remarcar su dominio individual sobre Castilla.
Como consecuencia,
se produjo la guerra civil de sucesión en Castilla (1.475-1479). Los bandos enfrentados fueron los partidarios de la
reina Isabel (las ciudades, el Cardenal Mendoza, el 1º Duque de Alba, etc.) apoyados por el reino de Aragón, contra los partidarios de Juana “La
Beltraneja”, (el Arzobispo Carrillo, el Marques de Villena, la oligarquía
nobiliaria) y sobre todo Alfonso V de Portugal que pretendía casarse con Juana y
dominar así Castilla y Portugal.
Fernando participó en la
dirección militar de la guerra, a cuya victoria contribuyó con maestría, sobre todo en la indecisa batalla de Toro (1476), Allí destacó el apoyo de las ciudades del País Vasco ,Cantabria
y Asturias que enviaron gran número de peones en apoyo de Isabel. En
agradecimiento Isabel viajaría a Guernica a jurar los fueros vascos. La guerra
fue un periodo crítico en el que brilló la habilidad y firmeza de Isabel para conseguir
recursos económicos y apoyos en Castilla para su causa.
Uno de los partidarios de
Isabel fue entonces Rodrigo Manrique de Lara. Maestre de la Orden de Santiago y en su
época uno de los mayores enemigos de Alvaro de Luna. Murió en 1476,. Su hijo, Jorge Manrique le
inmortalizó en sus melancólicas “Coplas a la muerte del Maestre Don Rodrigo
Manrique, su padre” .
“Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor”
El propio Jorge Manrique murió en la guerra, poco después, en 1479, durante el asedio a la fortaleza del Marqués de Villena en Cuenca.
Juana la Beltraneja finalmente fué derrotada. Por el Tratado de Alcassovas (1.479). Juana renunció al trono en favor de Isabel y se exilió recluída en un convento de Coimbra. Alfonso V de Portugal renunció tambien a todo derecho sobre Castilla. Los magnates vencidos, salvo excepciones, fueron perdonados por Isabel y Fernando a cambio de su lealtad.
Ese mismo año, Fernando sucedió a su padre, con el nombre de Fernando II de Aragón, y heredó así un vasto territorio en la Península y en el Mediterráneo,
Ese mismo año, Fernando sucedió a su padre, con el nombre de Fernando II de Aragón, y heredó así un vasto territorio en la Península y en el Mediterráneo,
Herencia de Fernando II de Aragón |
Comenzó entonces el reinado de los que serían después conocidos como Reyes Católicos.
Buen trabajo Miguel Angel, Gracias
ResponderEliminarQué interesante!! Muchas gracias
ResponderEliminarDisfrutamos la lectura de cada una de tus entradas sobre historia. Gracias por el trabajo que estas desarrollando, Miguel Angel.
ResponderEliminarExtraordinario el trabajo realizado de divulgación. Gracias.
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