22 de julio de 2021

Construcción con piedra seca

 


1. INTRODUCCIÓN

 

Utilizando la ancestral técnica de construcción con piedra seca, podemos llegar a construir todo tipo de construcciones de piedra en seco como pueden ser los muros de partir, las cabañas, el forrado de minas, a los pozos, a los hornos de cal y muchos otros elementos y construcciones del ámbito rural, dadas las grandes posibilidades que nos muestra este elemento como única materia prima empleada. La importancia excede el alcance de estas aplicaciones dentro de los límites de la arquitectura mediterránea.

La piedra seca es el nombre que adopta un tipo de arquitectura tradicional popular donde la piedra se utiliza en seco, es decir, sin ningún tipo de mortero, argamasa o material de unión entre las diferentes piezas. En este tipo de arquitectura las piezas se van encajando por su propio peso, presentando tipologías constructivas muy diversas. La construcción en piedra seca es un método sencillo y relativamente rápido, basado en materiales locales, a menudo piedras de rechazo de los mismos campos de cultivo, y se realiza fundamentalmente a mano. Su impermeabilidad permite un cobijo inmejorable y la mayoría de construcciones son tan resistentes y perdurables que los requerimientos de mantenimiento son mínimos. Esto ha permitido un aprovechamiento racional de los recursos de cada territorio y su integración en el paisaje.

La piedra seca es uno de los principales elementos estructurantes de los paisajes rurales de la cuenca mediterránea, así como también de muchos rincones del planeta, y constituye un testimonio de una actividad humana ancestral que ha modelado -y modela- un tipo determinado de paisaje: el paisaje de la piedra seca. A los paisajes de la piedra seca en conjunto y a la arquitectura de la piedra seca en particular, se le atribuyen todos los valores estéticos, históricos, simbólicos y ecológicos que van más allá de su función práctica original.

El patrimonio de la piedra seca ha ido disminuyendo en las últimas décadas con el progresivo abandono de la actividad agrícola y ganadera y con la modernización del sector, que considera que los tradicionales bancales ya no son aptos para una producción mecanizada.

La construcción con piedra seca se basa en unos principios y unas técnicas sencillas, pero que hay que seguir al pie de la letra para que los elementos que hacemos sean efectivos y funcionen correctamente; como drenaje de la lluvia y retención de tierras en el caso de los muros de bancales y márgenes o como cobijo y consistencia estructural en el caso de las cabañas.

Cada tipo de piedra conlleva un estilo y una manera de construir, así encontramos bastantes elementos constructivos diferentes hechos con pizarras y con piedra caliza, o incluso con areniscas o rocas graníticas o volcánicas. Hay que añadir que cada marger o bancalero (nombre que se da al artesano de la piedra en seco) tiene su arte y lo hace a su manera, bien aprendida o bien por tradición.

 

2. ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS

 

2.1. Elementos de linde y sustentación

 

A lo largo de la historia, muchas generaciones han extraído de los que acababan siendo campos de cultivo las piedras que impedían la arada y el correcto crecimiento de las semillas. Estas piedras han servido para construir los márgenes de despedregar y los muros de piedra seca, que protegen y limitan los campos y, en algunos casos, también las propiedades.

Márgenes

Los márgenes o muros de piedra seca ataluzan las pendientes conformando los bancales o terrazas y consiguiendo así ganar terreno cultivable donde antes la pendiente lo impedía. Estas construcciones permiten frenar la escorrentía del agua de lluvia, así como retener la humedad y prevenir la erosión. Los márgenes son el elemento más sencillo y al mismo tiempo el patrimonio más común de la piedra seca.

Márgenes de despedregar

Despedregar constituyó durante varias generaciones un trabajo que llenaba las horas muertas y se traducía a menudo en la construcción de márgenes y paredes. De esta manera se convertían los terrenos en cultivables y se cumplía a la vez con una triple función: dividir la propiedad, almacenar la rocalla y, en terrenos inclinados, prefigurar los bancales o escalonamientos que a continuación se llenaban con tierra y se convertían en cultivo. En lugares con predominio de la arquitectura de la falsa cúpula, la existencia de la cabaña o barraca también respondía a esta necesidad de desabastecer el campo de piedra.

 

2.2. Elementos de apoyo a la actividad agrícola y ganadera

 

Cobertizos y refugios

Corresponden a construcciones que hacían la función de cobertizo de utensilios y lugar de descanso. La utilizaban los agricultores cuando los trabajos del campo requerían permanecer más tiempo y para protegerse de las tormentas cuando las fincas estaban lejos del núcleo urbano. Si las dimensiones lo permitían se utilizaban también como lugar de descanso para los animales de tiro. Con la irrupción de los tractores y los coches, estas construcciones han ido perdiendo la función original. Por otra parte, los bordes de las cabañas y barracas suelen ser el espacio de la finca elegido para ubicar los diversos árboles de sombra que, por su mayor tamaño, se han convertido en referentes de un paisaje dominado por coberturas vegetales de poca altura.

Barracas de viña

Se trata del tipo de construcción más común en el Mediterráneo. En Cataluña, lo encontramos en las comarcas centrales, en el Camp de Tarragona y en todo el litoral en gran parte. Probablemente la técnica para construirlas, el sistema de aproximación de hiladas, sea muy antigua. La técnica consiste en ir sobreponiendo las piedras horizontalmente sin pulir, aplanadas, bien emparejadas entre sí y con una ligera pendiente. La hilada superior se decanta hacia el interior, formando anillos de piedra de radio decreciente hasta la cúpula, que se cierra con una o varias losas. A veces, encima también se pone una capa de tierra y arcilla e incluso fijadores vegetales, como los lirios (Iris germanica).

Proceso constructivo del techo de cabaña

 Cabañas de bóveda

Son construcciones realizadas fundamentalmente a lo largo del siglo XIX en la zona de Les Garrigues, Urgell, Segarra y Terra Alta. Normalmente están hechas sobre terreno en pendiente con hiladas consecutivas de sillares formando un arco de medio punto y con la fachada incorporada una vez concluida la bóveda. Una vez hecha la estructura, se añadía tierra natural encima para impermeabilizarla. En planta suelen tener entre 15 y 35 m² de superficie, y una única puerta -ocasionalmente con un respirador encima- y sin ventana.

 
Proceso constructivo de cúpula – troncocónica – semiesférica – bóveda de cañón

Grutas con muro

 
Ejemplo de cabaña en las Hoces del río Duratón

Por cueva con muro entendemos las cuevas naturales que se habían habilitado como estancia con el levantamiento de una pared de piedra seca por la parte exterior que presentaba un acceso y normalmente una salida de humos. En algunas zonas, encontramos grutas con muros de una gran superficie que hacían la función de corral para el ganado.

Cabañas de teja

Llamamos cabaña de teja a las construcciones de planta cuadrada o rectangular de pared de piedra seca y cubierta de teja árabe a una o dos aguas. Su tamaño, aperturas, distribución y otras características son muy variables. Después de los márgenes, son el elemento de piedra seca más común construido en torno al litoral peninsular entre finales del siglo XIX y primeros de los años cincuenta del siglo XX, época a partir de la cual comienzan a utilizarse materiales cerámicos.

Refugios o cortavientos

Se trata de construcciones sencillas pensadas para protegerse del viento, formadas por una pared simple de piedra seca. Presentan formas diversas -circulares, de herradura, cuadrados, rectangulares- generalmente con la entrada orientada al lado contrario de donde sopla el viento dominante. Podemos encontrar aislados o adosados ​​como una prolongación de la pared exterior de una cabaña o barraca.

 

2.3. Elementos de piedra seca para almacenar agua

 

En la cuenca mediterránea, con una pluviometría irregular y más bien escasa, es fundamental la disponibilidad de agua sobre todo para las personas, el ganado y las huertas. La piedra seca se convierte de nuevo en el método empleado para la construcción de balsas o construcciones similares para aprovechar el agua de la lluvia.

Balsas

La balsa es un depósito rudimentario emplazado al aire libre y sin cubrir. Son de base plana circular con pared lateral en piedra seca, aunque en algunos casos (probablemente más recientes) la forma es cuadrada o rectangular. El sustrato de la base solía ser de arcilla, material casi impermeable. Normalmente tenían un acceso interior mediante una escalera. Las escaleras servían para ir a buscar el nivel del agua cuando éste era más bajo y para proceder a la periódica limpieza de su fondo, donde iban a parar la suciedad e impurezas que el agua arrastraba. Para evitar la entrada de animales se alzaba la pared alrededor de la balsa y, en algún caso, se cubría con falsa cúpula.

Cisternas

Las cisternas son un depósito más reducido, avanzado y artificioso, constituido por una balsa enterrada de base cuadrada o rectangular, cubierta y coronada por una especie de cabina, cerrada con una pequeña puerta metálica o de madera, en la que una persona puede acercarse para recoger el agua del interior con un cubo. En las cisternas la balsa interior está excavada en el terreno o bien aprovecha una concavidad natural de la roca o un vaciado hecho expresamente para este fin. El surtidor o cabina, parecida a la parte exterior de un pozo, presenta formas y técnicas muy diferentes que van desde una sencilla construcción de base cuadrada o rectangular en obra cerámica hasta una planta cilíndrica levantada en falsa cúpula, pasando por la planta troncocónica cubierta con losas y arcilla, entre otros. Prevé dos orificios: uno para la entrada del agua que se recoge en el exterior sobre la roca u otra superficie lisa y otro como rebosadero.

Hoyos

Los hoyos son un tercer tipo de depósito bastante más singular. Tienen forma normalmente rectangular y están excavados en la roca. Siempre se localizan en la parte baja de una superficie rocosa, más o menos amplia, surcada por unos canales arados sobre la piedra que vierten al depósito. Para evitar la evapotranspiración y la intrusión de animales se las cubría con una tapa metálica o de madera.

2.4. Otros elementos arquitectónicos

 

Es importante tener en cuenta que a lo largo de los tiempos han existido otros elementos realizados con piedra seca, no menos importantes que los que hemos nombrado en esta recopilación y que aún hoy en día forman parte de nuestro testimonio en el territorio.

Caminos empedrados, puentes de piedra, esculturas megalíticas, recintos, observatorios astronómicos, construcciones antisísmicas, menhires, dólmenes … son varios los ejemplos, en el uso de la piedra, que forman parte de nuestro entorno. Estos han sido primordiales y en muchos casos imprescindibles para el desarrollo de la actividad humana como motor económico, social y cultural.

Subrayemos los más característicos:

Hornos de cal

Un horno de cal o horno de piedra es un horno para obtener cal viva (óxido de calcio) utilizando piedra caliza (carbonato de calcio).

En primer lugar, se elegía un terreno con una pendiente considerable y con abundancia de piedras y leña. A continuación, se hace un hoyo en el suelo de unos dos metros de profundidad y cuatro metros de diámetro que determina su capacidad. Seguidamente se construía la caja que era una pared de piedra en seco con las juntas hechas de arcilla que constituía la olla. Después, se dejaba una abertura llamada portada entre 1,5 y 2 metros aproximadamente; además se reforzaba con dos troncos cruzados que se llamaban tafarres por donde se introducía la leña y la piedra. Finalmente, en la parte posterior se colocaba una piedra plana que se llamaba enfonadora.

 
Horno de cal

Los hornos se alquilaban a los grupos de caleros que extraían la piedra, la cocían y más tarde la vendían entera o terminada en cal. El proceso de producción de una hornada podía durar entre un mes y mes y medio de trabajo. También, a veces era el mismo propietario quien contrataba un grupo de hombres que le ayudaran para producir una partida de cal.

La producción de cal tuvo una cierta importancia hasta mediados del siglo XX, como lo demuestra la existencia de muchas ollas u hornos en todo el territorio. De esta antigua actividad, tan extendida en nuestras montañas, solo resta el mudo testigo de aquellos hornos que en la actualidad están medio en ruinas y tapados por la vegetación.

Hornos de yeso

Así como todos los hornos de cal se parecen, de hornos de yeso hay de muchos tipos: abiertos, cerrados, redondos, cuadrados, pequeños, grandes … y seguro que todos servían para hacer su función: cocer el yeso.

Como la temperatura de cocción de la piedra de yeso se produce a temperatura baja, a partir de 200ºC, cocer el yeso es más fácil que cocer cal o ladrillos, que necesitan llegar a 1.000ºC.

Todos los hornos se construían en una pendiente y más o menos excavados en el terreno, de modo que, por la parte baja se accedía a la fogata y por la parte de arriba a la carga.

Pozos de hielo

Antes de que hubiera fábricas de hielo, almacenamiento y distribución de hielo llegó a ser un negocio importante que involucraba una parte significativa de la población rural.

La nevera, casa de nieve, pozo de hielo, pozo de nieve, o cava es aquella construcción hecha agujereando el suelo en las zonas donde nieva durante el invierno. Estos hoyos, de planta a menudo rectangular, pero con tendencia elíptica, se realizan con el propósito de llenarlos de nieve o hielo después de las nevadas, a fin de disponer de ellos durante el resto del año.

Esta construcción es toda de piedra en seco para conservar la nieve el mayor tiempo posible y para evitar que la formación de agua por fusión afecte el hielo ya que con la piedra seca, el agua podía salir. Estas casas de nieve siempre estaban cubiertas e incluían un porche o una vivienda para los neveros, algunas paredes y caminos de acceso. Los caminos de neveros son caminos de herradura empedrados. 

 

3. LA TÉCNICA DE LA PIEDRA SECA

 

3.1. MATERIAL

 

La piedra se encuentra predominantemente en zonas de montaña. Los principales tipos de piedra que se utilizan para la construcción se dividen en tres categorías geológicas.

  1. Rocas ígneas: normalmente cristalinas, formadas por el enfriamiento del magma fundido expulsado a través de las grietas de la corteza durante las erupciones volcánicas. Por este motivo no contienen fósiles ni tornillos. Los ejemplos más claros son el granito y las piedras volcánicas.
  2. Rocas sedimentarias: normalmente se encuentran en estratos, formadas por la desintegración y descomposición de las rocas ígneas debido a la intemperie (agua, viento o hielo) o por la acumulación de origen orgánico. Los ejemplos más comunes son el gres y la piedra caliza.
  3. Rocas metamórficas: son rocas ígneas o sedimentarias transformadas estructuralmente como consecuencia de altas temperaturas y elevadas presiones. Los ejemplos más comunes son las pizarras (derivadas de la arcilla), la cuarcita (del gres) y el mármol (de la piedra caliza).

La extracción se puede hacer con herramientas sencillas como perforadoras, cuñas y macetas. Pero es necesario un conocimiento mínimo para realizar cortes precisos. Las rocas duras como el granito necesitan una maquinaria más sofisticada.

3.2. VENTAJAS

  • Disponible en abundancia y bajos costos de extracción.
  • La mayoría son muy resistentes y duraderos: el mantenimiento es mínimo.
  • Contienen una alta impermeabilidad.
  • Si bien no aísla térmicamente, en zonas áridas o montañosas protege generosamente del calor y el viento, al mismo tiempo que es un muy buen acumulador de la temperatura.

3.3. INCONVENIENTES

La contaminación atmosférica en zonas urbanas puede deteriorar la piedra caliza. Si los compuestos de azufre disueltos en agua de lluvia son altos, reaccionan con el carbonato erosionándola. En zonas de alta contaminación es recomendable prescindir de este tipo de piedra.

Al borde del mar la espuma de las olas y la sal marina puede causar eflorescencia y agrietado. Se puede evitar este deterioro con un mantenimiento mínimo mediante la limpieza de la superficie con una esponja húmeda o con agua dulce a presión.

La congelación de agua estancada puede agrietar algunas piedras. El gres y la caliza pueden sufrir si los cambios de humedad son muy bruscos. Un correcto diseño debe permitir una fácil evacuación del agua por derrame o evaporación.

Los movimientos sísmicos pueden causar problemas ya que se trata de un material nada flexible. Un correcto diseño de los extremos y esquinas sólidas evitará graves problemas. En zonas sísmicas se evitará la construcción de arcos.

Los tipos de piedra utilizado para las diversas construcciones, son las que disponemos más cerca.

3.5. HERRAMIENTAS

Las herramientas genéricas para la extracción o rotura de la piedra, de preparación del terreno, de curtido de la piedra, de desplazamiento o de palancas, de nivelación y trazado de márgenes son las siguientes:

De izquierda a derecha :

3.6. REGLAS DE CONSTRUCCIÓN

Para la realización de los diferentes elementos de piedra seca hay que tener presentes diferentes normas de construcción para garantizar la estabilidad estructural de los muros.

4. LA PIEDRA SECA COMO RECURSO EN LA ACTUALIDAD

 

La conservación del patrimonio material e inmaterial de la piedra seca constituye un fenómeno que despierta un gran movimiento social animado por el amor a la cultura. Un vínculo emocional establecido con la memoria colectiva que nos conecta con el pasado y de donde nace el compromiso para hacer pervivir el legado y entregarlo a la generación siguiente. Siendo éste un aspecto clave, básico, no es el único. Algunas de las razones por las que se hicieron terrazas en las laderas de las montañas son totalmente vigentes hoy en día:

  • Mejora de los suelos agrícolas: Se puede afirmar que la mejor manera de conseguir superficies planas aptas para el cultivo salvando pendientes, optimizando el espacio y sumando espesores donde enterrar raíces es mediante una pared de piedra seca.
  • Apoyo para la viña y otros cultivos de secano: La técnica de la piedra seca llega a nuestros días vinculada a las viñas tradicionales y al carácter propio que hoy todas las bodegas se afanan por identificar, conservar y divulgar como rasgo diferenciador de sus productos en el competitivo mercado de los vinos de calidad.
  • Mitigación de catástrofes naturales: Se puede llegar a la conclusión de que el paisaje modelado por la piedra seca ofrece ventajas evidentes en la prevención de riesgos naturales, pero hay una alianza con la agricultura que cuida del buen estado de las infraestructuras que gestionan suelos e hidrografía en las laderas con terrazas.
  • Valores para la biodiversidad y la agricultura sostenible: Las paredes normalmente se hacen con la misma piedra del suelo de donde se levantan, son elementos propios del paisaje donde alteramos de alguna manera las dinámicas físicas, pero de ninguna manera se altera la química del paraje, y esto es importante a la hora de gestionar entornos en claves sostenibles y de respeto a la naturaleza. Las paredes de piedra seca son un refugio de vida para la flora y la fauna con una biodiversidad extraordinaria y contribuyen a un ecosistema equilibrado óptimo para el desarrollo de la agricultura sostenible.
  • Utilización en la bioconstrucción: Uno de los retos a los que la arquitectura y el paisajismo han tenido que responder es la reducción de la huella de carbono de las construcciones en el momento de hacerlas y durante su vida útil. Reducir el gasto energético y ofrecer entornos agradables, orgánicos y saludables como viviendas o como entornos públicos. Sabemos que la piedra es un material noble que regula la temperatura de una manera óptima, sobre todo si se juega con una buena orientación, ayuda a la gestión del agua y aporta un valor estético innegable a las construcciones.
  • Potenciación de los valores estéticos y paisajísticos: El principio fundamental del land art consiste en alterar, con un sentido artístico, el paisaje, para producir el máximo de efectos y sensaciones al observador que se enfrenta a un paisaje determinado. El arte contemporáneo reconoce el valor simbólico de la piedra seca y explora sensaciones que se captan, pero no es capaz de verbalizar. Artistas como Nils Udo o Andy Goldsworthy, conocidos internacionalmente por el hecho de trabajar con elementos de la naturaleza como inspiración y materia prima, ejemplifican, de manera precisa, el vínculo entre piedra seca, paisaje y arte.

Dinámicas del sector de la piedra seca

Esquema de sinergias del sector de la piedra seca:

El esquema de sinergias propuesto es el resultado de trazar las relaciones entre varios proyectos realizados con piedra seca, y nos permite dibujar y proponer unas dinámicas que podrían articular el sector de la piedra seca como motor de desarrollo y en el que las administraciones públicas tienen un papel clave.

La piedra seca es un recurso inagotable, sostenible, sin ningún impacto negativo y que puede contribuir a responder a los retos planteados por el cambio climático. Además, tiene todas las características para ser reconocida como una gran aliada entre las técnicas recogidas por las llamadas Soluciones Basadas en la Naturaleza (NBS, Nature-Based Solutions) que propone la UE dentro de la agenda de I + D (investigación y desarrollo) del programa Horizonte 2020.

Conviene que estos valores se reconozcan y se incorporen dentro del catálogo de recursos al que recurren las administraciones públicas cuando licitan obra pública y al mismo tiempo hay una gran necesidad de disponer de manuales y códigos técnicos para la aplicación de la técnica a diferentes usos, así como una regulación que clarifique, codifique e impulse la calificación profesional del oficio de marger o bancalero, para garantizar una buena aplicación de la técnica en las construcciones más delicadas o de iniciativa pública.

 

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