Nicolás Müller Grossmann (Orosháza, Hungría), 1913 – Llanes (Asturias), 2000) era licenciado en Derecho y doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Szeged (Hungría), renunció a trabajar en el prestigioso bufete de su padre e inició una apasionante singladura como fotógrafo social y documental. En la década de 1930 recorrió su país retratando la vida de los campesinos (las faenas agrícolas, las costumbres populares). Publicó sus primeros libros en Budapest.
Forma parte de esa excepcional nómina de fotógrafos húngaros tan conocidos, como André Kertész, László Moholy-Nagy, Martin Munkácsi, Brassaï, Lucien Hervé o Robert Capa.
De origen judío, Nicolás Muller vivió en su tierra natal los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial y, al igual que la mayoría de judíos, tuvo que emigrar para salvar la vida.
Se estableció en París, donde trabajó para las revistas Match y Regards. Después de pasar por Lisboa, se instaló en Tánger durante siete años, hasta que en 1947 llegó a Madrid, donde establecería su asentamiento definitivo. Su prestigioso estudio le permitió una vida sin agobios económicos, por primera vez en su vida, mientras continuó con la pasión de retratar la vida cotidiana de la gente trabajadora. Fueron importantes sus colaboraciones en las revistas Mundo Hispánico, Semana, Mundo y Fotos. Asiduo de las tertulias de la Revista de Occidente y del Café Gijón, fue amigo de los más importantes intelectuales de las décadas de 1950 y 1960, a quienes retrató (Ortega, Azorín, Pío Baroja, Cela). En 1981 decidió jubilarse y se retiró a vivir en una apacible aldea asturiana, Andrín.
De origen judío, Nicolás Muller vivió en su tierra natal los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial y, al igual que la mayoría de judíos, tuvo que emigrar para salvar la vida.
Se estableció en París, donde trabajó para las revistas Match y Regards. Después de pasar por Lisboa, se instaló en Tánger durante siete años, hasta que en 1947 llegó a Madrid, donde establecería su asentamiento definitivo. Su prestigioso estudio le permitió una vida sin agobios económicos, por primera vez en su vida, mientras continuó con la pasión de retratar la vida cotidiana de la gente trabajadora. Fueron importantes sus colaboraciones en las revistas Mundo Hispánico, Semana, Mundo y Fotos. Asiduo de las tertulias de la Revista de Occidente y del Café Gijón, fue amigo de los más importantes intelectuales de las décadas de 1950 y 1960, a quienes retrató (Ortega, Azorín, Pío Baroja, Cela). En 1981 decidió jubilarse y se retiró a vivir en una apacible aldea asturiana, Andrín.
Enlaces en este blog con fotografías de La Vida de Antes:
Sepúlveda, antes de 1940
Sepúlveda años 50 I
Sepúveda años 50 II
Spanish Village
Gentes de Vellosillo I
Gentes de Vellosillo II
Piedad Isla
Labores de verano
La vida de antes
yeaaahh
ResponderEliminar