10 de julio de 2025

El laberinto del agua: meses sin respuestas en el nordeste de Segovia

 


Nueve municipios del nordeste de Segovia han distribuido durante meses agua oficialmente clasificada como "no apta para el consumo", afectando a más de 1.000 habitantes. Los análisis detectaron desde bacterias como E.coli hasta compuestos cancerígenos, pero los resultados tardaron meses en hacerse públicos. Mientras PRODESTUR, la Junta y los ayuntamientos se echan la culpa, los ciudadanos siguen sin saber cuándo tendrán garantías reales de que su agua es segura. Un caso que trasciende lo local para mostrar las deficiencias del sistema de alerta sanitaria en el medio rural español.


María, vecina de Cerezo de Abajo, recuerda perfectamente cuándo empezó a comprar agua embotellada para beber. Fue en septiembre del año pasado, cuando se corrió la voz en el pueblo de que "había algo en el agua". Lo que no sabía entonces es que su pequeño municipio, junto a otros ocho del nordeste segoviano, llevaba meses distribuyendo agua oficialmente clasificada como "NO APTA PARA EL CONSUMO" según los registros del Sistema Nacional de Información del Agua de Consumo (SINAC).

Los análisis oficiales, realizados por laboratorios acreditados entre agosto de 2024 y abril de 2025, detectaron problemas de muy diversa índole: desde presencia de bacterias como E.coli —que sugiere contaminación de origen fecal— hasta niveles químicos por encima de los límites legales y agua corrosiva que daña las tuberías. Nueve municipios en total, según confirma ahora PRODESTUR, la empresa pública que gestiona el abastecimiento: 1.031 habitantes viviendo durante meses con agua que no cumplía los estándares de potabilidad.

Cuando nadie sabe quién manda

El caso del agua en el nordeste segoviano trasciende el problema técnico para convertirse en un ejemplo perfecto de cómo funciona —o no funciona— la administración española cuando se trata de proteger un derecho básico. Tres administraciones implicadas, competencias difusas y un ciudadano perdido en medio de un laberinto burocrático donde nadie asume la responsabilidad final.

PRODESTUR, la empresa pública de la Diputación de Segovia, gestiona el abastecimiento en 101 municipios de la provincia. Cuando se detecta un problema, toma una segunda muestra "dentro de las 24 horas siguientes". Pero reconoce que el análisis "no es inmediato" y que solo informa a la población "de confirmarse de nuevo resultados por encima del valor de incumplimiento". Resultado: los ciudadanos pueden pasar semanas sin saber que el agua que beben no es segura.

La Junta de Castilla y León, a través de su Servicio Territorial de Sanidad, afirma que supervisa pero que "la competencia sobre el control del agua de consumo humano corresponde a los ayuntamientos" según el Real Decreto 3/2023. Cuando se les pregunta por detalles sobre la gestión de esta crisis, remiten las consultas telefónicas sin respuesta y derivan responsabilidades hacia la legislación nacional.

Los ayuntamientos, muchos de ellos con poblaciones que no llegan a los 200 habitantes, son oficialmente los responsables del control de calidad del agua según la normativa. Pero carecen de recursos técnicos para gestionar problemas complejos de contaminación bacteriológica o química por lo que, en general, delegan la competencia a la Diputación.

El procedimiento que falla

La normativa es clara: cuando se detecta agua no apta para el consumo, debe comunicarse a los ciudadanos "lo antes posible y, en cualquier caso, en menos de 24 horas". La realidad es bien distinta.

Cerezo de Abajo registró presencia de E.coli y bacterias coliformes en un análisis de agosto de 2024 que no se hizo público hasta octubre, dos meses después. Los análisis de abril de 2025 seguían detectando problemas microbiológicos en varios núcleos de Riaza. En Casla y Prádena se detectaron en febrero y marzo niveles de ácidos haloacéticos —compuestos clasificados como posibles cancerígenos por la Organización Mundial de la Salud— por encima del límite legal, pero estos resultados no se conocieron hasta junio.

Esta demora de meses entre el análisis y la publicación de resultados pervierte la función de alerta que debería tener el control sanitario del agua. Mientras tanto, la población afectada siguió consumiendo agua contaminada sin saberlo. No todos los municipios presentan estas demoras: en Sepúlveda, por ejemplo, los análisis de junio aparecieron publicados el mismo mes, lo que evidencia que la gestión burocrática varía según quién solicite los análisis y cómo gestione su publicación en el SINAC.

PRODESTUR asegura ahora que en Casla y Prádena "no se confirmó el incumplimiento" porque "las segundas muestras analizadas dieron valores inferiores". En cuanto a las medidas concretas para solucionar los problemas, la empresa pública responde que "depende de los acuerdos adoptados en cada uno de ellos" y que "la mayoría de los municipios afectados, o bien distribuyen agua embotellada o disponen de un suministro especial".

La información que no llega

El Sistema de Información Nacional del Agua de Consumo (SINAC) es, en teoría, la herramienta que permite a cualquier ciudadano consultar la calidad del agua de su municipio. Los datos están ahí, accesibles para quien sepa buscarlos. Pero la información no es precisamente clara para el ciudadano medio: códigos de laboratorio, valores paramétricos y clasificaciones técnicas que requieren conocimientos especializados para ser interpretados.

La tardanza en conocer los resultados no es solo una cuestión burocrática: tiene consecuencias reales sobre la salud pública. Los ácidos haloacéticos detectados en febrero en Casla y Prádena, cuyos resultados no se conocieron hasta junio, están clasificados por la Organización Mundial de la Salud como posibles carcinógenos y estudios recientes los asocian con retraso del crecimiento fetal durante el embarazo.

Fuentes sanitarias locales confirman que al menos dos embarazadas de la zona han requerido seguimiento médico especial tras conocerse los niveles elevados de estos compuestos, y en un caso se optó por adelantar el parto como medida preventiva. "No podemos establecer una relación directa, pero cuando hay factores de riesgo conocidos, hay que actuar con precaución", explica una fuente médica que prefiere mantener el anonimato.

El problema se agrava porque no existe certeza sobre cuándo se realizarán nuevos análisis. Los períodos entre controles pueden ser de meses, lo que significa que si los niveles vuelven a elevarse —por ejemplo, con las lluvias otoñales o cambios en el proceso de cloración— podrían pasar meses hasta detectarlo y otros tantos hasta que la información llegue a los ciudadanos.

Un problema resuelto... sobre el papel

Según las administraciones consultadas, todos los problemas detectados están ahora "subsanados". El Servicio Territorial de Sanidad asegura que "todos los incumplimientos reseñados a día de hoy están subsanados, excepto el índice de Langelier (que no afecta a la potabilidad)". PRODESTUR confirma que actualmente hay 9 municipios con agua no apta, pero no especifica cuáles ni por qué motivos.

Los datos del SINAC, sin embargo, no reflejan esta supuesta normalización. Los últimos análisis publicados en muchos de estos municipios siguen siendo los que detectaron los problemas, sin que aparezcan análisis posteriores que confirmen la subsanación. Esta desactualización de la información pública genera más dudas que certezas entre una población que ha perdido la confianza en la gestión del suministro. Sin saber cuándo se realizarán los próximos análisis completos ni cuándo se publicarán sus resultados, los ciudadanos viven en una especie de limbo informativo donde no pueden estar seguros de la calidad real del agua que consumen día a día.

Más allá de los aspectos técnicos y administrativos, el caso del agua en el nordeste segoviano tiene un coste humano y económico que trasciende las cifras oficiales. Familias que llevan meses comprando agua embotellada, negocios rurales que dudan sobre la calidad del servicio que ofrecen, y una población que ha perdido la confianza básica en que al abrir el grifo salga agua segura.

Esta desconfianza se extiende más allá del agua. Cuando un sistema de alerta sanitaria tarda meses en funcionar, cuando los análisis de febrero se conocen en junio y cuando nadie puede garantizar cuándo se volverá a analizar el agua, se resiente la credibilidad del conjunto del sistema. Los ciudadanos pierden la fe en que las administraciones tengan realmente capacidad de proteger su salud de forma eficaz.

Las preguntas sin respuesta

Tras meses de análisis que detectaban agua no apta, comunicaciones tardías o inexistentes, y competencias que se solapan sin que nadie asuma el liderazgo, quedan preguntas fundamentales sin respuesta:

¿Cuántas personas estuvieron realmente bebiendo agua contaminada durante estos meses? ¿Se proporcionó efectivamente suministro alternativo en todos los casos? ¿Por qué la información del SINAC no se actualiza para reflejar las supuestas mejoras? ¿Qué garantías existen de que estos problemas no se repetirán?

PRODESTUR responde que las soluciones "dependen de los acuerdos adoptados" y que las inversiones necesarias "dependerán de la situación de cada ayuntamiento". La Junta deriva responsabilidades hacia los municipios. Los ayuntamientos, muchos sin recursos técnicos, intentan gestionar como pueden un problema que les supera.

El agua como síntoma

El caso del agua en el nordeste de Segovia es, en realidad, el síntoma de un problema más amplio: la dificultad del Estado para gestionar eficazmente los servicios públicos básicos en el medio rural. Competencias fragmentadas, recursos escasos, poblaciones dispersas y administraciones que se echan la culpa unas a otras mientras los ciudadanos quedan en medio.

En un país desarrollado del siglo XXI, que más de 1.000 personas hayan tenido que vivir durante meses con agua no apta para el consumo —y que nadie sepa explicar con claridad cómo se ha solucionado el problema— dice mucho sobre las deficiencias de nuestro sistema administrativo.

Los datos están en el SINAC, accesibles para quien quiera consultarlos. Pero la confianza, una vez perdida, es mucho más difícil de recuperar que normalizar un análisis de laboratorio.




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24 de marzo de 2025

Villar de Sobrepeña: 'Cambiemos la dinámica actual y dejemos de ser… La España abandonada por la España vaciada'

 

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Esta situación interna en el Ayuntamiento de Sepúlveda se traduce en que nuestras necesidades son ignoradas, lo que afecta gravemente nuestra calidad de vida:

Servicios básicos insuficientes:

Deficiente servicio de recogida de basuras y reciclaje, falta de mantenimiento de calles (socavones, barro y polvo), cortes frecuentes de agua y luz (como los recientes sufridos en Duratón, Tanarro, Vellosillo y Perorrubio), farolas averiadas, tuberías de amianto en la red de suministro, alcantarillado roto, obsoleto y saturado, generando desbordes de aguas residuales; falta de servicio de poda de árboles, corte de vegetación y hierbas o recogida de las enormes ramas desprendidas, nulo servicio de limpieza…

Infraestructuras en deterioro:

Edificios singulares que antes albergaban nuestros ayuntamientos o escuelas en estado ruinoso, instalaciones deportivas o infantiles inexistentes o deterioradas, falta de señalizaciones en vías con mucho tráfico debido al turismo, carreteras en un estado impracticable, aun siendo vías que conectan pueblos como Villar de Sobrepeña y Consuegra de Murera, falta de papeleras, bancos, etc…

Falta de inversiones en todos los ámbitos.

Hablar de inversiones de mejora actualmente es una auténtica quimera tras lo expuesto anteriormente. Es triste, pero es así.

En estos momentos, cualquier inversión o mejora en nuestros pueblos, al menos en el Villar de Sobrepeña, corre a cargo de la asociación de vecinos. Si no es por las asociaciones, nuestros pueblos se mueren.

Esta falta de servicios básicos, renovación de infraestructuras y de inversiones, se ve agravada por la falta de interés, desidia y dejadez en funciones por parte del Ayuntamiento de Sepúlveda.

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20 de marzo de 2025

Hacendera para cubierta de paja en laderas sur - Semana santa 2025

 


El viernes 18 de abril, a las 10h, se convoca una hacendera para extender 10 alpacas de paja sobre las laderas que dan al sur de Vellosillo.

Con esta acción, continuamos el trabajo de protección y cobertura de las laderas que rodean el pueblo para mejorar el crecimiento y preservación de la cubierta vegetal. Después de más de diez años actuando en esa zona, hemos conseguido mejorar la imagen de la entrada a Vellosillo y queremos continuar con el buen hacer.

Necesitamos saber quién estará en la hacendera, ya que todos los que participen están invitados, después del trabajo, a una caldereta de cordero (de Vellosillo) en el club social (las bebidas corren a cargo de cada uno).


 




14 de marzo de 2025

¿Alguien se extraña de la situación de despoblación severa que está sufriendo Sepúlveda?

 



Como todos los años, el pueblo de Vellosillo se ha quedado sin agua, así como varias pedanías de Sepúlveda. Las últimas lluvias han provocado algún tipo de daño a la red de distribución de agua. Desde hace 7 días el agua comenzó a salir turbia perdiendo presión cada día.

El ayuntamiento de Sepúlveda declaro el agua no potable tras varios días con el agua turbia, en una situación clara de insalubridad. Desde ayer han cortado el agua en Vellosillo sin avisar a los vecinos y comentando que se podrían recoger garrafas de agua en la plaza de Sepúlveda, sin ninguna mención sobre cuando podría estar arreglado. 

A pesar de pagar más impuestos en proporción de los que se paga en Madrid, los vecinos seguimos sufriendo las consecuencias  de tener unas instituciones, comenzando por el Ayuntamiento de Sepúlveda, que no son capaces de planificar, ni organizar ni gestionar los recursos básicos de la zona. No es de extrañar la despoblación severa que está sufriendo la zona, acentuada en Sepúlveda, que ya ha bajado con claridad de los 1.000 habitantes empadronados, siendo muchos menos los que están viviendo de forma permanente. Para que hablar del cierre continuo de negocios y la situación de sobre-oferta en el mercado inmobiliario, donde medio pueblo está en venta. 

Las noticias que nos llegan del Ayuntamiento son de un permanente caos motivado por intereses personales y partidistas entre los miembros de la corporación municipal, un auténtico nido de víboras que no nos merecemos los vecinos. A parte de mensajes a los medios de comunicación sobre posibles subidas de impuestos a los vecinos...










19 de febrero de 2025

Tanarro: "Pagamos más impuestos que en Madrid, aquí se paga un IBI altísimo, y no tenemos ningún servicio"

 


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"La alcaldesa nos dice que no hay dinero", explica mientras recorremos la villa, donde hay varias casas en construcción, y se ven viviendas rústicas muy bonitas, de piedra. En verano el pueblo se llena de veraneantes y alegría, aunque los fines de semana también acude mucha gente, procedentes de Madrid muchos, y también turistas que vienen a la lujosa casa rural que hay en el pueblo.

Tanarro tiene hasta frontón, con una canasta de baloncesto y una portería pintada en una pared en la plaza donde está la antigua escuela, que se usa en julio y agosto de bar. La iglesia, eso sí, la tienen compartida con el pueblo de al lado, Perorrubio. "Todo esto lo hemos tenido que pagar nosotros, los de la asociación del pueblo, Santa Bárbara; el ayuntamiento no ha puesto nada", añade Julio.

"No pedimos una pista de pádel, sino unas calles decentes"

"Si es que en esta calle se montan unos regueros en la calle cuando llueve, no pueden entrar los coches...", lamenta Daniela, la mujer de Francisco, que está a punto de coger el coche para ir a Madrid al médico. Según denuncia, en Tanarro "pagamos más impuestos que en Madrid, aquí se paga un IBI altísimo, y no tenemos ningún servicio". De hecho, según los vecinos, el alcantarillado habría que cambiarlo también ya que es de fibroamianto, de uralita. "Es que no estamos pidiendo una pista de pádel, sino unas calles asfaltadas, decentes", concluye Julio.

En una reciente resolución el Procurador de lo Común pide al Ayuntamiento de Sepúlveda que se "articulen los mecanismos necesarios para pavimentar las calles de la localidad de Tanarro, perteneciente a ese municipio, garantizando así la prestación integral de este servicio público en todo su ámbito territorial".

En su razonamiento explica que la situación que están viviendo los vecinos puede llegar a "impedir o limitar el acceso de vehículos, sobre todo en periodo invernal por las lluvias o nevadas", lo que puede resultar "especialmente peligroso si se trata de vehículos sanitarios o de emergencias, pero que afecta a cualquier clase de servicios y suministros que puedan necesitar los vecinos de este núcleo de población para la atención de sus necesidades cotidianas".

"Asentamiento cuasi-rústico"

En el expediente consta también la respuesta del propio Ayuntamiento de Sepúlveda, al que este periódico ha llamado sin éxito. El Consistorio se escuda en que "no parece lo más razonable" que personas mayores residan "en este asentamiento cuasi-rústico en los meses de invierno dado que las viviendas están pesimamente aisladas" y argumenta que la población flotante no debería residir en invierno en Tanarro ya que "deben desplazarse a Perorrubio, Duruelo o bien al propio Sepúlveda para acudir al médico".

"En pasadas legislaturas se han acometido en Tanarro obras de alumbrado público, de abastecimiento/saneamiento y acceso al núcleo de población (Tanarro tiene cuatro accesos (dos de ellos asfaltados), dos a la SG-205 y otros dos al municipio de Prádena). Asimismo, el núcleo de población de Tanarro cuenta con servicio de recogida de residuos sólidos por lo que el único servicio que se ha postergado hasta la fecha ha sido el asfaltado de las calles, lo cual parece razonable habida cuenta la renovación de redes de abastecimiento y saneamiento que se ha estado llevando a cabo en los últimos años", continúa la respuesta del Consistorio.

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9 de febrero de 2025

El Ayuntamiento de Sepúlveda propone elevar los impuestos para acometer el asfaltado de Tanarro



 

«Llevamos desde que nos incorporaron a Sepúlveda pagando lo mismo que los que viven allí y no nos han dado nada: nos tienen abandonados, solo se acuerdan de nosotros para pagar impuestos »


El Ayuntamiento de Sepúlveda propone elevar los impuestos para acometer el asfaltado de Tanarro aunque prioriza otras obras.

La pavimentación de las vías públicas es una «prestación obligatoria municipal» con independencia del padrón o la localización geográfica de los pueblos. Así lo confirma el Procurador del Común, que urge al Ayuntamiento de Sepúlveda a articular los mecanismos necesarios para asfaltar las calles de uno de sus núcleos poblacionales, Tanarro. El Consistorio, que justifica este déficit de servicios por el bajo número de empadronados y la necesidad de priorizar otros proyectos, ha propuesto elevar los impuestos para sufragar las obras. Sin embargo, «todo sigue igual o peor», señala Matías Burgos, uno de los vecinos de la localidad.

Nada ha cambiado desde que el defensor autonómico emitió hace varios meses su informe sobre la situación de Tanarro, el único pueblo que tiene caminos en lugar de calles asfaltadas en la provincia, que pertenece a Sepúlveda desde 1970. Aunque el Procurador exigió al Consistorio de este municipio la puesta en marcha cuanto antes de un calendario de actuaciones prioritarias dirigidas a pavimentar la localidad, no se ha producido ningún avance. El asunto ha sido archivado al no obtener respuesta por parte del organismo municipal.

Las esperanzas que tenían las dos familias que residen de forma permanente en la localidad por mejorar su situación han caído en saco roto. También se ven afectados por la incertidumbre los propietarios de segundas residencias que visitan el pueblo durante los periodos vacacionales, así como las dos casas rurales que permanecen abiertas. «Están arreglando otra vivienda para hacer otro alojamiento y aquí no hay ni una casa que quede sin vender; la gente quiere venir, pero eso es algo difícil si seguimos sin calles», lamenta Burgos.

«Ahora mismo Tanarro está igual que cuando se fundó»
Matías Burgos
Vecino de la localidad

El Procurador del Común inició una investigación de oficio tras conocer las quejas de los vecinos de Tanarro que fueron recogidas por El Norte de Castilla en noviembre de 2023. Así, advierte de que la carencia de vías pavimentadas -solo se arregló una de ellas para evitar quedar incomunicados por las nevadas- incide «de forma negativa en la calidad de vida de las personas, sobre todo a las personas mayores». Esto se debe a que, en ocasiones, la falta de calles asfaltadas puede llegar a «impedir o limitar» la entrada de vehículos sanitarios, de emergencias o de reparto de los suministros básicos, un problema que se ve agravado por las lluvias o la nieve.

El Ayuntamiento de Sepúlveda es titular de la red viaria de Tanarro con excepción de los cuatro accesos al pueblo, que dependen de la Diputación de Segovia, explica Burgos. En este sentido, la entidad local respondió a esta cuestión considerando que «no parece lo más razonable» que ancianos residan en este «asentamiento cuasi-rústico» en el periodo invernal, dado que las viviendas están «pésimamente aisladas» y es una localidad que no dispone de consultorio médico.

Argumentos

El Consistorio hace hincapié en que la mayoría de las viviendas del pueblo segoviano se encuentran «desocupadas» una gran parte del año y que, antes del asfaltado, es necesario ejecutar otros proyectos preferentes. «Lo prioritario es el tratamiento de las aguas residuales», concretan en el informe elaborado por el defensor. De modo que «el único servicio que se ha postergado hasta la fecha ha sido el asfaltado de las calles», lo que se atribuye a la carencia de fondos suficientes en las arcas municipales.

Burgos reconoce que hace meses contactó tanto con la institución provincial como con la alcaldesa de Sepúlveda, Irene Michelena, para expresarles su malestar y transmitirles la necesidad de buscar una solución. «No he tenido respuesta», lamenta. «Estamos igual que cuando se fundó Tanarro», apostilla. Ante la llamada de atención por parte del defensor autonómico, el Consistorio ha planteado la exacción de contribuciones especiales para costear las obras «si los residentes y la población flotante de Tanarro así lo decidiera».

Esta medida consiste en el establecimiento de un impuesto con carácter extraordinario para sufragar la pavimentación. «Hay que ser realisa, los servicios que se reciben deben estar en concordancia con los impuestos que se pagan y en un entorno rural no se puede tener las mismas condiciones que en una gran capital», insiste el Ayuntamiento sepulvedano. El residente en Tanarro critica esta afirmación. «Llevamos desde que nos incorporaron a Sepúlveda pagando lo mismo que los que viven allí y no nos han dado nada: nos tienen abandonados, solo se acuerdan de nosotros para pagar impuestos », subraya.

El Procurador no es partidario de esta alternativa de elevación de tasas, pues «nos estamos refiriendo a un servicio obligatorio con independencia de las circunstancias que concurran». Por ello, aboga por aprobar un calendario de actuaciones prioritarias y solicitar, si es necesario, la ayuda económica y técnica disponible en la Diputación Provincial. «Estamos al lado de Santa Marta del Cerro y Sotillo, que tienen un número parecido de casas, y todas las calles allí están bien asfaltadas», concluye Burgos.



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