26 de mayo de 2020

Agua y servicios básicos en el mundo rural


Soy una de las vecinas actuales de Vellosillo. Mis hijos y yo nos vinimos unos días antes de que se declarase el estado de alarma por el COVID19 y, una vez declarado, decidimos quedarnos aquí, en la casa que será en pocos años mi residencia habitual; en la que llevo trabajando e invirtiendo para convertir en un hogar autosuficiente desde hace más de tres años. Soy una de esas que quiere venirse a vivir a una de las zonas más ultra despobladas de Europa (5,8 hab/km2; la Laponia del Sur), una de las que se postula para ser repobladora.

Será porque los primeros recuerdos que tengo están unidos a Vellosillo y lo considero mi tierra. Mis veranos tienen los colores del trigo y los girasoles de esta estepa que siempre fue seca, al menos en mi memoria. Desde muy pequeña, recuerdo cortes de agua en el pueblo. Cuando había fiestas en Sepúlveda, cuando el agua venía mala y no se podía beber porque la gastroenteritis estaba garantizada, cuando había averías, cuando había sequía,... En fin, el recuerdo en Vellosillo de la escasez del agua y del pésimo sistema de abastecimiento, de un bien tan básico, me acompaña desde pequeña. Y ayer, en forma de ley de Murphy, con llamadas de trabajo, reuniones por zoom, entrega de proyectos y el día a día que cada uno tenemos, ayer, el recuerdo del caos del agua volvió.

Empezó el fin de semana con bajada de presión. A un vecino no le funcionaba la caldera, a otro el riego, a otro la lavadora,... Así que a las 8 de la mañana llamé al ayuntamiento de Sepúlveda para que mandaron a alguien a revisarlo. Hay que decir que vinieron rápido. Sus operarios tienen voluntad, aunque quizás les falten conocimientos específicos para poder dar una solución rápida y certera. Entre varios cortes de agua, las consiguientes venidas de piedras, barro y porquería a las tuberías de las casas, el limpiado de los filtros, que todas las casas hemos tenido que instalar en la entrada del agua de red por la cantidad de piedras y arena que siempre trae, y varias idas y venidas fallidas, el problema de la falta de presión quedó parcheado tras cuatro horas. 

Pero todos sabemos que el problema real, el de base, el de la conducción del agua de Arcones a Sepúlveda, ese persiste. Y no tardará en aparecer otra gotera, en forma de falta de presión, contaminación del agua o cortes, porque aunque el ayuntamiento parchee, hay que renovar unas infraestructuras que se salen del ámbito municipal y que, como tantas otras (alumbrado público, saneamiento, asfaltado de calles...), no están siendo atendidas; por falta de presupuestos, por falta de población y yo añado: por falta de voluntad y de visión estratégica.

Si no hay gente, no se invierte, pero si no se garantizan los servicios básicos, no vendrán nuevos pobladores y quizás, a base de seguir perdiendo población, lleguemos a una densidad tan ínfima que haga que recibamos el lamentable nombre de la Antártida del norte, haciendo buena a la Laponia del Sur. 

En los últimos años, cuando Vellosillo se despobló aún más, si cabe, los únicos dos vecinos que viven aquí, nos han estado transmitiendo a través de la Asociación de Vecinos de Vellosillo, el problema acuciante que tenemos con el abastecimiento de agua potable en el pueblo. Muchas veces, durante más de un mes al año (no seguido, pero un mes) no hay agua potable. La calidad del agua de red ha sido en ocasiones constatada como insalubre y todo esto no ocurre en silencio. El Ayuntamiento de Sepúlveda está al tanto, así como la Diputación de Segovia y la Junta de Castilla y León.

Pero a pesar de que todos los estamentos públicos con capacidad de acción están informados y todos conocen el problema de infraestructuras y servicios básicos en los pueblos del nordeste de Segovia (solo voy a hablar de lo que conozco de primera mano, aunque sé que el problema afecta a un territorio mucho más grande), a pesar de que se ha dotado ya un presupuesto para la renovación de determinadas infraestructuras, el tiempo pasa y los servicios, lejos de mejorar, empeoran.

En enero de 2018, desde Vellosillo, se lanzó un plan estratégico para repoblar el pueblo, también lanzamos Vellosillo Dreams, un fondo de capital riesgo para invertir en proyectos empresariales que quisiesen desarrollar su actividad en Vellosillo. Este año, 2020, durante el confinamiento hemos participado en varios laboratorios de ideas, para intentar lanzar iniciativas que ayuden a que, la gente que vive en la ciudad, contemple el mundo rural como una opción, como una alternativa a la vida urbana. Sinceramente creo que, después de lo vivido y con el futuro que nos queda por delante, el mundo rural es un valor en alza, pero nos encontramos de bruces con la dura realidad.

¿Cómo va alguien a plantearse ir a vivir a un pueblo, si no tiene garantizado algo tan básico como el agua, el alumbrado, el saneamiento o el mantenimiento de las calles? ¿Cómo desarrollar una actividad empresarial con una carga burocrática que mata a los proyectos por inacción administrativa?

El mundo rural muere porque desde la Administración lo han sentenciado al corredor de la muerte. Un tiempo agónico de espera en el que los jóvenes que quedan siguen emigrando y los pueblos convirtiéndose en cementerios de ruinas despobladas.

Mientras la población rural se siga considerando, desde el Estado, como ciudadanos de tercera, a los que no se les garantiza el acceso a los servicios básicos que cualquier residente de una ciudad no cuestiona, el mundo rural seguirá muriendo poco a poco.

Yo mantengo la ilusión de poder vivir aquí dentro de unos años. En un entorno mucho más tranquilo que el de una ciudad, donde el tiempo y la calidad de vida se multiplica, pero después de casi tres meses en el pueblo, de vivir la realidad del mundo rural en primera persona, me pregunto: ¿Cuánta gente está dispuesta a dar un salto al vacío y mudarse a vivir a un pueblo donde no se garantiza el acceso a los servicios más básicos?






7 comentarios:

  1. Buen post. Este año, 9 días sin agua, 16 días sin alumbrado público. Propusimos un Consorcio, una figura dentro de la ley para resolver todos los problemas. Se negaron a firmarlo, porque habría efecto llamada...

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  2. Lo que realmente parece es que la Administración lo que quiere es cerrar los pueblos. Solo cuando hay elecciones se les llena la boca de promesas, que luego resultan vacías.

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  3. Sobre la denegación del consorcio he seguido investigando. En 1998 la Junta de Castilla y León aprobaba una ley en la que contemplan la creación de 'Concejos abiertos' (un consorcio en su nombre tradicional-histórico). Se negaron a firmar un consorcio, estando recogido y contemplado en la Ley 1/1998 de Castilla y León, donde se expone el problema de dispersión, envejecimiento de la población y falta de capacidad de los ayuntamientos para cubrir las necesidades de sus habitantes:

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  4. La ley recoge: 'Por otra parte, la deseable descentralización funcional
    con el acercamiento de la Administración a los vecinos
    y la conveniencia de la participación de éstos en las
    decisiones que directamente les interesan conduce a
    la regulación de las entidades de ámbito territorial inferior
    al municipio en un sentido abierto y flexible que posibilite
    su creación, siempre que exista un substrato material
    mínimo y una voluntad de autoadministración.
    La Ley, además de recuperar para estas entidades
    su tradicional y consolidada denominación de entidades
    locales menores, realiza una configuración de las mismas,
    con la pretensión de dignificar sus características
    institucionales, de modo que su existencia constituya
    un aliciente para los vecinos de los núcleos y para los
    propios Ayuntamientos.
    La ya referida proliferación de pequeños municipios
    carentes de suficientes medios personales y materiales
    obliga a considerar y regular determinados regímenes
    especiales, aunque no se ha estimado propio de la Ley,
    ni del momento tampoco, establecer normas minuciosas
    que deben tener posterior expresión en el desarrollo
    reglamentario.
    Tal es el caso del régimen de Concejo Abierto, de
    especial importancia y aplicación en nuestra Comunidad,
    respecto del cual se establecen las reglas básicas cuyo
    desarrollo se llevará a cabo a la vista de la experiencia
    que su funcionamiento ponga de relieve'.

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    1. https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-1998-20054

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  5. Lo que Vellosillo propuso es justo lo que contemplaba la ley hace 20 años. Y aún así se negaron a firmarlo. Como dice Ruth en su comentario, parece que lo que la Administración quiere es cerrar los pueblos.

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Gracias por tu comentario